Cap 14: Seras Tú .. Siempre

CAP.14: LA VERDAD

Bella POV

Cuando Alice se fue volví al living y me senté en el sillón, frente a la televisión. Estaba en el canal de las noticias, y no me había dado cuenta de la hora que era: la una de la tarde.

Rememore la llegada a casa, la visita y nuestra charla con Alice, y la calma de este lugar. El aire tenía algo especial. En realidad, olía a hogar. Pero de pronto me di cuenta que Papa no había venido ni llamado para nada.

-Bella, estoy calentando lasaña. Te parece bien?

-Si, lo huelo desde aquí. Cocinaste? – y sentí su risa

-Eres muy graciosa! No, la compre hecha. Ya he comprado de esta marca, y es muy buena! – me reí

-Ya me parecía! Huele muy bien. Papa va a venir a comer?

-No, el no va a poder hoy. – y eso me extraño. Esto no es Seattle ni Chicago para que el comisario no pueda volver a almorzar, especialmente si su hija estaba en casa.





-Mama... pasa algo? – y no decía nada – Mama... me escuchaste? – y se acerco a mi, me pareció que algo nerviosa.

-Bueno, en realidad, hemos tenido una discusión muy seria. Esta muy enojado.- no podía creerlo. Nunca habían tenido discusiones como para que el no viniera a casa.

-Pero, que paso? No puede ser para tanto! Como para no venir a casa? – Mama se acerco, y se sentó frente a mí.

-No se...

-Vamos, por que discutieron?

-Fue por Edward y por ti... – y estaba todavía más sorprendida.

Mama agacho la cabeza y se tapo la cara con las manos. Eso hizo que me asustara. Como era posible que fuera tan grave? Me levante de mi asiento y trate de consolarla. Ella retiro mi mano de su hombro, la beso y me hizo gesto como para me sentara. Esto me ponía nerviosa y me quede de pie.

-Bella, por favor, necesito que te sientes y me dejes hablar. – y levanto la mirada esperando a que lo hiciera. Cuando me senté, suspiro profundo, limpio sus lagrimas, y apoyo los codos sobre sus rodillas.

-Te pido que, por favor, me escuches. Tu sabes que eres lo mas amo en el mundo, verdad? Yo siempre quise y quiero lo mejor de este mundo para ti.

-Si, claro que lo se. Que tiene que ver con todo esto?

-Bueno, la discusión que tuvimos tu padre y yo, fue por una charla que tuve con Edward hace 8 años atrás, antes que terminaran el instituto. Cuando tenían que confirmar la asistencia a las universidades.

-No estoy entendiendo... De que hablaste con el?

-Bella por favor, escucha: Hace 8 años yo hable con Edward porque estaba preocupada por la relación que tenían. No deseaba que te pasara lo mismo que a mí y perdieras tus oportunidades de tener un mejor futuro.

-Hablaste con Edward pidiéndole que? Creía que esa conversación ya la habíamos tenido en su momento. Y que habías entendido...

-Si bueno, pero el siempre fue un chico sensato. Yo creí que cuando fueran a una gran escuela y conocieran a otras personas, el cambiaría. Y tú perderías el tiempo y tus oportunidades, como yo. Quería que tuvieras opciones, viajes, experiencias, que vieras el mundo más allá de este pueblo.

Estaba azorada. Tanto, que no podía articular palabra. La deje hablar. Todo el tiempo, ella se la paso restregándose las manos y sin mirarme. Estaba empezando a perder mi paciencia

-No me estas contestando... Hablaste con el y le pediste que?

-Le pedí que te dejara... – y algo detono en mi cabeza. Creí que era como una bomba – Me parecía innecesaria toda esa campaña que habían montado para irse juntos. Te ibas a arrepentir

-Explícame, según tú, por que iba a pasar eso... – pedí, demandante.

-El es un muchacho de una familia de posición, buen mozo. En cuanto tomara contacto con personas de su mismo nivel se daría cuenta que su relación no funcionaria. El habría hecho que invirtieras tu tiempo y tus ilusiones en algo que no tenía futuro. Y si te embarazabas como yo? Y si tenías que dejar todo? Yo no quería que te pasara lo mismo – estaba furiosa, dolida y no puedo adjetivar mas la mezcla de sentimientos que se me atoraban en la garganta.

-Tu, mi madre, me esta diciendo que yo era insignificante para alguien como el? – pregunte, mordiéndome – Quien eres? Por que me menosprecias así? – y no quería llorar.

-Yo no te menosprecio, pero...

-Pero nada! Tú no lo conoces! El no es así, ni su familia tampoco! – grite y me puse de pie.

-Igualmente no sirvió de nada, porque el se rehusó a hacerlo. Me dijo que el te amaba y te cuidaría y que todo saldría bien. – y parecía que faltaba algo mas

-No puedo creer lo que me estas diciendo! –estaba que ardía. Parecía que mis preguntas tendrían respuesta antes de lo que pensaba. –Porque finalmente las cosas te resultaron bien! Lo convenciste de alguna manera? Nosotros no nos fuimos juntos, porque Harvard me rechazo! O sea, que eso si salio en tu favor...

-En realidad, no.- contesto bajando la cabeza- La verdad es que Harvard sí te había aceptado – y sentí que mi corazón golpeo tan fuerte que se me iba a salir del pecho. – Yo le mentí cuando le conté del rechazo... pero a ti también. – y levanto la cara para observarme, poniéndose de pie inmediatamente.

-Que? – y sentía como mi sangre corría a borbotones por mis venas. No podía terminar de asimilar todo lo que decía.

-Yo les mentí! Falsifique la carta que les entregue. Y además, escribí a la Universidad para agradecerles pero rechazar la oferta, en nombre tuyo. Falsifique tu firma, que siempre me salio muy bien.- estaba totalmente en shock- Lo siento Bella! Por favor, perdóname! Pero lo hice por ti y porque te amo. Pensé...

-Como pudiste? Como? Esa era mi vida, no la tuya. MI VIDA! – grite y mis ojos no aguantaron. Las lágrimas saltaban de ellos sin contención. - Yo lo amaba! Nos amábamos de verdad! Todo esto porque crees que alguien a los 18 no sabe lo que es amar? Te das cuenta? No confiaste en mí...

-No hija, eso no es cierto! – y me tomo de los hombros. Yo la empuje, logrando que me soltara.

-Me subestimaste! Pensaste que no tenía la madurez para afrontarlo. Además, fuiste testigo de cómo me sentía... Estuve enferma! O tienes mala memoria?

-No, como no lo voy a recordar! – La tenia frente a mí, mirándome con la cara desencajada, llena de lágrimas

-Tuve depresión, madre! Estuve medicada por casi dos años! – Gritaba y ya no lo podía controlar – Sabias que siempre me sentí incompleta, sola, infeliz... incluso cuando le di la oportunidad a Jacob.- Y... Y a eso también me empujaste tú! – y todo se acomodaba con nitidez, como en un rompecabezas – Nunca pudo ni podrá ocupar el lugar que tiene Edward en mi corazón.

-Hija! – y estiro las manos para abrazarme a lo que respondí dando dos pasos atrás.

-No me toques! No lo soportaría! – y lo dije muy bajito, asqueada, pero mirándola ferozmente.- Como es posible que me dejaras sufrir así, sabiendo lo que el significaba para mi? Aun hoy! Te das cuenta lo que has hecho? Yo lo amo!

Ella fue a dar un paso y yo gire sobre mis pies para ir al perchero. Tome mi vieja campera de abrigo y mientras me la ponía ella trato de tomar mi brazo. Esquive su agarre y la mire furiosa, como diciéndole que no osara siquiera. Deseaba golpearla. Me sentía traicionada, herida y agotada.

-Siempre fue el... y siempre será el. Te guste o no! – le dije, mordiéndome.

-Bella! – grito.

Salí lo más rápido que me respondía el cuerpo, tirando la puerta y haciendo que golpeara estruendosamente. Me interne en el bosque furiosa, tratando que el aire húmedo y perfumado limpiara mis pulmones y mi cabeza. Buscaría refugio en el único lugar en el mundo que nos pertenecía: el prado.

No podía más que recrear una y otra vez lo duro de la escena aquella tarde, cuando los dos nos sentamos frente a la carta membretada. Edward me sostenía y yo no paraba de llorar. El barajaba miles de cosas, como que pagaría por mí la universidad para que estuviéramos juntos, y yo, negándome. Además, eso hubiera sido una gran herida para mi padre. Ya estábamos nosotros dos lo suficiente dolidos como para que mas gente sufriera por esto.

Reviví como sentí que me moría la tarde en que me despedí de el en el Aeropuerto de Seattle, al que fui con Alice. Jamás había visto a Edward quebrarse, pero esa tarde cuando me beso al despedirse, una lágrima se escapo de sus bellísimos ojos verdes.

Mi cabeza y mi corazón eran un desastre! Caminaba tan rápido como podía y no paraba de llorar a los gritos, logrando que algunos pájaros huyeran de las ramas de los árboles, asustados. Y de pronto... un segundo de claridad llego a mí.

Que papel habían jugado el resto en toda esta situación? La familia de Edward sabia? Carlisle había ido a Harvard. Y Jacob? Sabia que mi madre lo manipulaba para liarme con el? Pero quien mas me importaba en este momento, además de Edward, era mi padre. Que sabia el de todo esto?

Pegue media vuelta y volví a la casa. Me acerque a mi vieja camioneta. Rogué al cielo porque mi padre siguiera cuidándola y funcionara. Estaba abierta. Busque en la guantera y bajo el asiento, pero nada. Baje el parasol frente a mi y la llave estaba ahí.

La arranque y salí marcha atrás a toda maquina, camino a la Estación de Policía, mientras mi madre corría desde la casa hacia mi, quedando parada a mitad de la calle.