Cap 13: Seras Tú .. Siempre

CAP.13: REGRESO A FORKS

Edward POV

Volví muy contento a mi consulta para encontrarme con Helen. La sala de espera estaba vacía, tal como había arreglado. El , director del Hospital, ya estaba al tanto y había dejado un mensaje con ella, recordándome que no me podía arrepentir. No pude más que reírme.

Con Helen revimos la agenda, y estaba todo en orden. No había dejado ninguna cita sin cumplir, las cirugías programadas se habían llevado a cabo, los pacientes estaban en pronta recuperación y el de urgencia de hoy también. Helen se despidió contenta, ya que a ella también le tocaban vacaciones. Revise mi escritorio para no olvidar nada, y fui con mis cosas en la mochila a saludar a mi padre. Llegue a su consultorio y golpee porque no sabía si aun tenía pacientes. Escuche "pase".

-Hola!

-Hola, hijo! Veo que tienes otro ánimo hoy – y me sonreí con ganas. La última vez que hablamos no estaba de humor.

-Bueno, las cosas han cambiado un poco desde entonces.

-Eso quiere decir que...




-Bella acepto que nos diéramos otra oportunidad – y me deje caer en la silla, como con alivio.

-Felicitaciones! Así que podríamos decir que tengo una nueva, vieja... futura nuera?

-Papa, por favor! No era que tenía que tomarme las cosas con calma? – y nos reímos.

-Está bien. Que vas a hacer estos días?

-Estuve con ella esta mañana y se va a Forks, así que...

-Entiendo. Bueno, ya que vas para allí, porque no llevas a tu madre? Estará feliz de acompañarte en tu viaje a la mansión. Prometo ir en cuanto este libre. Tal vez, también haga arreglos para pasar unos días en familia.

-Seria genial! Estaremos todos juntos, como siempre debió ser – y el inclino su cabeza y me miro reprochándome el comentario. Yo me sonreí.

-Bueno, me voy.- me pare y el también. Nos abrazamos a modo de saludo y salí de ahí, contento hacia el auto.

Llegue a casa y puse música a todo lo que daba el stereo. Estaba eufórico, mientras escuchaba a Muse a toda marcha. Saque ropa para hacer una valija y cargue de todo, hasta un traje, aunque en casa debía haber algo de mi ropa. Revise que había en la heladera y encontré para hacerme un sándwich y tomar un vaso de leche, porque era ya tarde. Aunque la verdad no había mucho de comer ahí.

Se me ocurrió que si mama viajaba conmigo, podía volver a la casa paterna a dormir, cenar y partir temprano con un buen desayuno. Me aprovecharía de Esme. Tome el móvil y antes de llamarla, no pude evitar enviar un mensaje de texto: "Hola Amor! Ya te extraño. Nos vemos mañana". Y espere una respuesta que no llegaba. Así que llame a mi madre.

-Hola Mama!

-Hola! Que milagro que llamas!

-Bueno, es que hoy pase a saludar a Papa, porque empiezo vacaciones. Me dijo que tenías planeado viajar a la mansión para estar con Rosalie y Alice. Quería saber cuando tenias planeado ir porque yo también voy.

-La verdad es que no quería manejar, y esperaba que tu padre me llevara el sábado en su día libre. Pero si vas para allá, me encantara viajar contigo. Cuando sales?

-Mañana a la mañana... es muy pronto? – y ella se rió

-Así que estamos ansiosos! No, para nada. Ya tengo listo todo lo que necesito. Llevaremos mi camioneta, si te parece bien.

-Si, fantástico, así le devuelvo a Papa el auto. No es mi estilo. Tenía pensado salir temprano, que te parece?

-Perfecto! Pero porque no vienes a pasar la noche en casa, cenamos y salimos desde aquí? – y todo salio redondo.

-Muy bien. En una hora estoy por ahí.

Termine de empacar, saque la basura, cargue la maleta y mi mochila en el auto y allá fui camino a casa. Pasamos una noche tranquila y me fui a la cama temprano. Dormí como nunca, ya que encontré la respuesta a mi mensaje al acostarme: "Yo siempre te extraño!" Y ya deseaba volver a verla.

Desayunamos y salimos a la autopista, tranquilos y charloteando, muy temprano. Le conté todo lo de Bella y lo que habíamos hablado. Que nos quedaba una gran y larga charla pendiente, pero que tenia fe en que todo saldría bien. Ella, clásico de toda madre, que me pudo haber dicho? "Te dije que la buscaras!". A lo que nos reímos.

Llegamos a la mansión al mediodía y las chicas salieron a la puerta a recibirnos. Rosalie tenía una hermosa panza, más grande que ella. Realmente me sentía muy bien rodeado por mi familia y sabiendo que ella estaba cerca. Las chicas habían preparado un gran almuerzo y ya estaba todo listo, así que nos sentamos a comer, relajados. Luego pasamos a sentarnos en los grandes sillones blancos del living a tomar café. Mama se retiro a descansar un rato, quedando solo nosotros cuatro.

-Edward, como esta Bella? –pregunto Rosalie. Fui a abrir la boca y Alice, toda entusiasmada, contesto por mí

-Esta muy bien! Estuve ayer por la tarde con ella. Charlamos y pregunto por todos. Esta muy contenta! – y giro a mirarme, como en otras épocas. Yo sonreí aunque con pocas ganas. No quería jugar a las mil y un preguntas.

-Bueno, espero poder verla pronto, porque después que nazcan los bebes, salir será difícil.

-Claro que si, cariño! La llamaremos y haremos una reunión para charlar, como antes. –dijo Emmet.

-Edward, te parece bien? – dijo Alice. Vaya! Al fin me preguntaban.

-Si, pero si no les molesta, hay cosas que debemos hablar con Bella antes. Pero pienso que si.

-Hablando de varias cosas ayer, le pregunte por que se habían separado. Ella dijo que ya no podía recordarlo. Que paso?

-Si, Edward! – Dijo Rosalie – Me acuerdo que en esa época no podíamos preguntarte nada sin que nos ladraras. – y me encontré con la mirada de Emmet, que me conocía lo suficiente como para saber que no tenia ganas de hablar de ello.

-Que les parece si cambiamos de tema... No creen que son cosas nuestras y que primero tenemos que hablarlas entre nosotros? – y no las mire. No quería discutir.

-Pero Edward... – dijo Alice

-Que?

-Por que tanto problema en contar algo que paso hace tanto tiempo? Y que como yo lo veo, será algo que quedara en el pasado? – todos me miraban. Me levante y salí al frente, tirando el portazo. - Edward!

Necesitaba respirar. No sabia como iba a hacer para hablar con ella de eso, porque fueron tiempos difíciles y a mi también me quedaban muchas preguntas. Sentí unos pasos detrás de mí y esperaba que no fuera Alice.

-Hey, hermano... Estas bien?

-Emmet! Si, estoy bien. Es que aunque ahora las cosas son prometedoras, no me agrada rememorar todo lo que paso.

-Si, entiendo. Recuerdo perfectamente esa época. No querías hablar con nadie, ni siquiera conmigo.

-Lo se, y lo siento. De verdad! Tú eres mi mejor amigo. – y Emmet me palmeo el hombro

-En estos días las chicas han hablado mucho del asunto, pero ellas no saben algunas cosas... como yo! – Y lo mire porque no entendía – Si la memoria no me falla, Rene te había llamado para hablarte una tarde, en la cafetería del pueblo. – y me quede helado.

-Como es posible...

-Nunca subestimes la memoria de un elefante! – y nos reímos. Pero enseguida me puse serio – Nunca me quisiste decir realmente de que hablaron.- y suspire. Tal vez fuera bueno hablar de ello.

-Ella quería que nos separáramos. No confiaba en mí. Pensaba que en cuanto me viera rodeado de otras personas, en otro ambiente, cambiaria a Bella por otra chica – y Emmet meneo la cabeza – Yo le dije que estaba equivocada y que todo iba a estar bien. Pero con lo que no contaba es que ella me dijera que Harvard había rechazado la solicitud de Bella..

-Pero creí que tu padre tenia eso arreglado! – dijo asombrado

-Yo también! Contaba con que estaríamos juntos. Hasta había alquilado un departamento pequeño para los dos. Lo recuerdas?

-Como para olvidarlo! – Dijo con gesto de obviedad – Esa fue la primera vez que me di cuenta lo que seria mi profesión. Lo que no entiendo es por que tuvimos que arreglarlo después de...

-Es que todo era mentira – y baje la cabeza. Recordar era algo tan doloroso!

-Que?

Flashback

Era una hermosa tarde en Boston. Los árboles del campus comenzaban a teñirse de rojo, y había mucha gente yendo y viniendo entre edificios. Yo estaba parado en la pizarra viendo las actividades y me estaba dando cuenta que estaría muy ocupado. Mas tarde tendría que llamar a Bella.


-Edward Cullen! Que gusto verte! – y gire sobre mis pies, para encontrarme detrás mío al Decano McKenna, amigo de mi padre. Estrechamos manos con una sonrisa.


-Como esta? Gusto verlo!


-Como esta tu padre?


-Muy bien, gracias! Siempre ocupado... Ud. sabe como es.


-Si, el buen Carlisle siempre investigando y estudiando – y se sonrió mirando sus zapatos. Levanto la mirada con notorio cambio de actitud. Más seria – Pero como estas tu, muchacho? Como vas llevando esto de tu novia? Tu padre me había dicho que ustedes eran inseparables. Realmente me llamo mucho la atención lo sucedido.


-No entiendo... A que se refiere?


-Es que ustedes no han cortado su relación?


-No! – Y me reí – Eso seria imposible! Bella y yo tenemos muchos planes para el futuro. Sabemos que esta etapa será difícil. El que estemos separados será muy duro y llevara mucho trabajo. Pero finalmente, todo saldrá bien – dije confiado.- Imagino que como ella no vino, Usted...


-Bueno, en realidad si. En vista de su rechazo a nuestra oferta, pensé que se debía a que ustedes se habían peleado.


-Rechazo, si... Harvard es quien no acepto a Bella.


-No, Edward. Fue ella la que nos envió una carta diciendo que no podía aceptar nuestra oferta. Que ya se había comprometido con la Universidad de Florida. Nos lamentamos realmente, porque más allá de la recomendación de tu padre, ella era una alumna brillante. – Estaba desconcertado.


-Pero , yo vi la carta.


-Ven conmigo a mi despacho, por favor.


Caminamos por los largos senderos hacia el edificio de admisiones. Me hizo pasar a su despacho, un lugar espectacular con una enorme biblioteca de piso a techo, y hermosas paredes forradas en madera. Me indico que me sentara en uno de los sillones verdes de cuero frente al escritorio, y se dirigió a un enorme fichero. Busco entre las carpetas y volvió a sentarse enfrente mío, con una de ellas en la mano.


-Esto lo hago como una excepción. Los alumnos no pueden ver esta información. Pero se como eres, porque se como te educo tu padre. Y me parece que aquí hay una gran confusión. –


Abrió la carpeta, tomo dos hojas y me las entrego. Me temblaban tanto las manos que tuve que apoyarlas sobre el escritorio. En una hoja tenia la carta de la universidad donde aceptaban a Bella. En la otra, tenia una carta de ella escrita a maquina, pero con su firma. No lo podía creer! Por que ella me mentiría así? Es que no quería estar conmigo? Su madre la habría convencido?


-No se que decir... – y se me quebró la voz. No quería llorar delante de el, pero falto poco.


-Mira muchacho, a veces es mejor ahora y no más adelante. Lo lamento mucho! – se lo veía apenado. Yo me moría lentamente ahí sentado. Me puse de pie para salir de allí lo antes posible.


-Agradezco de corazón su sinceridad. – y estreche su mano firmemente.


-Lo único que te pido es que medites y no descuides tus estudios. – Asentí y ya no podía estar parado ahí. Necesitaba salir. Me estaba ahogando.


En cuanto cruce la puerta comencé a correr, y correr hacia el otro lado del campus y llegue al departamento a pie. Estaba transpirado y agitado, y así y todo, no se me quitaba la furia y la angustia. Entre y cerré de un portazo. Tire la mochila contra una pared y el televisor salio volando con ella, cayendo al piso ruidosamente.


Tome una silla y la lance contra la otra pared, reboto y le pego al microondas que cayo al piso haciendo chispas, rompiendo la repisa divisoria entre la cocina y el comedor. Me apoye en el mueble que estaba junto a la puerta y tire todos los CDs que había arriba, cuyas cajas sonaron como vidrios, y tiraron una lámpara y la mesa que la sostenía.


Cuando mire las cajas, arriba de todas estaba la caja del CD de "The Cure" que tenia nuestra foto. La levante, la mire y me quebré. Camine hacia atrás y encontré finalmente la pared, por la que me deslice, lentamente, a llorar desconsoladamente como si tuviera 5 años. No podía entender! Por que? Por que?

Fin del Flashback

-Recuerdo muy bien como tuve que ir a buscarte a la comisaría. La casera presentó una queja, y yo hable con el oficial de turno para explicarles que tu abuelo había muerto –pobre tu abuelo ya muerto- y que estabas devastado, pero que te comprometías a dejar el lugar como nuevo. El hombre se apiado de ti al igual que ella, y no se presentaron cargos.

-Si, y no recuerdo si te di las gracias. – e hice una mueca que se pareció a una sonrisa.

-No... Pero nunca es tarde! – y sonreímos sin ganas - Que paso después?

-Después puse excusas para verla: Que tenía trabajos, talleres. Dos veces la deje plantada, y la tercera no me lo perdono. Tuvimos una discusión y terminamos dos meses después.

-Entonces ella no sabe que tú sabes... Por que nunca lo aclaraste? De todas formas, no te parece extraño? Por que le mentiría a Alice? Y por que también sigue enamorada de ti si no lo estaba entonces? Aquí hay algo raro...

-No se por que no lo hable en su momento. Por eso debemos hablar antes de seguir involucrándonos, porque no podré salir del pozo esta vez

-Todo se va a solucionar. Pero tienes razón, primero debes hablar con ella.

Emmet apoyo su mano firmemente en mi hombro, consolándome y nos abrazamos golpeando sonoramente nuestros hombros.

Escuchamos el motor de un auto, y vimos como Jasper llegaba también a la casa. Ya estábamos casi todos aquí.