Cap 12: Seras Tú .. Siempre

CAP.12: VOLVIENDO A CASA

Bella POV

Tuve un amanecer tranquilo. Abrí los ojos, de cara a la ventana y note como la luz se filtraba tenue, a través del poco espacio que quedo descubierto entre las cortinas. Lograba que la habitación estuviera en penumbras. No se escuchaba movimiento ni en la calle ni en el hospital. Debía ser temprano. No tenia ganas de levantarme aun, sobre todo porque hoy volvería a casa.

Rodé sobre mí para acomodarme sobre mi otro costado y poder ver la puerta. Tenia la esperanza de tener una visita especial esta mañana.

Cuando termine de girar, lo encontré sentado en el sillón junto a la pared, en ambo de cirugía verde y dormido. Observarlo así fue el mejor despertar que había tenido en mucho tiempo. Esperaba en el futuro que tuviéramos mejores, aunque no quería ilusionarme. "Debes ir despacio!" me dije. Pero me moría de ganas por levantarme y abrazarlo. Y luego razone: "Por que no?"





Tome mis cobijas con cuidado y me escurrí de la cama. Me molesto un poco mi brazo al hacer fuerza para incorporarme. Debía acordarme que todavía estaban los puntos de la cirugía.

Camine hacia el despacito y ni se movió. Me senté a su lado, y fue cuando se despertó sobresaltado y al mirar la cama se asusto. Puse mi mano sobre la suya y giro hacia mi, suspirando.

Nuestras miradas entrelazadas hacían que mi corazón corriera una carrera a ninguna parte. El apoyo su mano en mi mejilla acariciándola, y no hacia falta decir nada. Nuestras sonrisas eran más que suficientes.

-Hola, Amor! – dijo muy bajito y se inclino para besar mi frente.

-Hola!

Antes que se alejara del todo de mi, apoye mi otra mano en su cara, esperando que entendiera mi pedido. Y no hicieron falta más palabras. El bajo su cabeza y me beso. Sus labios entreabiertos, tiernos, suaves, rozaron los míos como una caricia una vez, y otra vez y otra... Me sentía flotar. Me deslice sobre sus piernas y el pareció sorprenderse. Me acomodo con cuidado, y volvimos a besarnos, pero esta vez el beso era demandante. Hacia tanto tiempo que nos debíamos esto! Cuando las cosas empezaban a ponerse difíciles, decidí terminar con el beso. El se rió por lo bajo apoyando su frente en la mía. No habíamos perdido nuestra capacidad de hablarnos sin palabras. Eso era bueno.

-Bueno, ya no podré colarme en tu habitación. Voy a extrañar eso!

-Creo que podríamos idear alguna otra cosa... – y nos reímos.

-Hoy te vas a casa, no?

-Si. Mama me viene a buscar a eso de 8 y media. Me voy a Forks.

-Entonces deberé apurarme para dejar que te prepares. Quieres que llame a Lucy para que te ayude? Es su turno hoy. – y apoye mi cabeza en su hombro, escondiéndola bajo su cara.

-No tenemos unos minutos mas? – y el se rió

-Claro que si! – y así nos quedamos un rato. El acariciaba mi pierna mientras veíamos como la luz que se filtraba entre las cortinas iba aumentando su intensidad.

-Bueno Amor, ahora si debo irme. Tengo que ver al paciente que opere y después hacer los últimos arreglos en mi consulta. Hoy es mi último día en el hospital – y lo mire frunciendo el ceño.

-Por que?

-Debo tomar vacaciones. – y levanto sus cejas, haciendo una cara cómica. No pude más que reírme.

-Eso quiere decir que nos vamos a ver? – y el me dio un breve beso en los labios

-Por supuesto! No vas a librarte de mí tan fácilmente. – y me reí. Me ayudo a ponerme de pie y a llegar a la cama sin esfuerzo para sentarme.

Fue al otro lado de la habitación y corrió las cortinas. Había un día soleado, que era fiel reflejo de mi sentir. Volvió a pararse frente a mí, se apoyo en la cama, dejando una mano a cada lado de mi cuerpo y me beso nuevamente. No se tocaban más que nuestros labios, pero el beso fue realmente intenso. El se alejo despacio y me miro con una de sus típicas sonrisas torcidas. De esas que siempre hacían mis rodillas temblar.

-Bueno Hermosa, si tengo suerte, nos veremos mañana. Te llamo, si? – yo asentí

-Lo prometes, verdad?

-Por supuesto! Cuídate! – y deslizo sus dedos por mi brazo, causándome un escalofrío. Algo que extrañaba. El se rió alegre y me dio un suave beso en los labios antes de salir del cuarto.

La mañana continuó agitada. Después que el se fue, llame a Lucy para que me ayudara con el baño y media hora después llego mi madre, antes de tiempo. Recogimos mis cosas, las tarjetas de buenas intensiones de mis compañeros de trabajo, otra del padre de Jacob y salimos de ahí.

Tuve una extraña sensación cuando salí a la calle. Sentí que era un mundo diferente. En realidad, lo era. Nos subimos al auto y tomamos la autopista camino a casa. Me llamo la atención que mi padre no viniera a buscarme. Cuando pregunte por el, Mama dijo que tenía una importante reunión con las autoridades del Estado, y que estaría en Port Ángeles todo el día.

El viaje fue tranquilo y apacible. Me dormí por un ratito sin darme cuenta. Mama había puesto música clásica en el stereo. Llegar a Forks me trajo tantos recuerdos! Todo era tan tranquilo, su aire húmedo con olor a musgo... Parecía que estaba viendo todo con ojos nuevos. Y eso que el día estaba gris, como siempre.

Llegamos a casa y subimos a acomodarme en mi cuarto. Todo estaba igual: Mis pósters en la pared, mis pequeñas lucecitas blancas colgando de las paredes detrás de la cama. El corcho gigante sobre el escritorio aun retenía la mayoría de mis recuerdos y muchas fotos, aunque faltaban las importantes.

-Mama, hay cajas con cosas guardadas de cuando iba al instituto?

-Supongo que si... Buscas algo en especial?

-Si, busco mis fotos con Edward del tiempo en que éramos novios. – Mi madre no dijo nada y siguió sacando ropa de mi bolso. Eso llamo mi atención, pero tal vez era que estaba pensando.

-No se, habrá que fijarse en el desván. Aunque puedes buscar en tu ropero. – me respondió con una sonrisa.

-Ok. Mas tarde revisare.

-Deseas tomar algo o quieres descansar un rato? Hare el almuerzo pronto.

-No, prefiero descansar. Avísame cuando esté listo. – Ella asintió y me dejo sola.

Me tire en la cama, sobre mi adorado acolchado púrpura y me quede dormida. Me despertó el timbre de la puerta. Me asome por la ventana y me encontré con un Porsche amarillo, en el frente de la casa. Ya sabía quien era.

Me incorpore y fui a la puerta. Le grite a mi madre que ya bajaba, porque sabía "el cariño" que tenia por ella. Lave mi cara y me peine, y así bajar la escalera lentamente.

Y allí estaba, parada enfrente al sillón igual que siempre. No había cambiado ni un ápice. En cuanto se dio vuelta, se puso a dar saltitos. Típico Alice!

-Ay, Bella! Que alegría verte! – y nos abrazamos. Realmente estaba feliz de verla

-Alice! Lo mismo siento! Como estas?

-No amiga, tu como estas? Se te ve muy bien. Se todo lo que has pasado estas semanas.

-Disculpen chicas, pero voy a aprovechar que no estas sola Bella para ir a hacer algunas compras... Te molesta Alice?

-No, en lo absoluto.

-Bien, vuelvo en un rato. – y mi madre salio. Nosotras esperamos a que se fuera, como en los viejos tiempos.

-Fuiste con Edward a verme?

-Oh, Dios! Me escuchaste? Que maravilla! Fue cortita la visita, pero si. Quería verte y era una forma más de estar siempre presente entre ustedes. Es como una tradición! – y nos reímos.

-Te contó?

-No, que?

-Me pidió que nos diéramos una nueva oportunidad y le dije que si. Estoy loca, no? – y ella sonrió con ganas.

-No, para nada. Hace tiempo que no veo a Edward tan feliz. Aunque nunca supe por que se separaron. Ustedes eran el uno para el otro.

-En realidad, yo tampoco. Simplemente pasó. Es algo que tenemos pendiente para hablar porque ahora con el paso del tiempo, no parece razonable.

-Recuerdo que el paso muy mal sus dos primeros años de universidad. Prácticamente no venia a casa y eso angustiaba mucho a Esme. Cuando lo hacia, llegaba flaco, ojeroso y de mal humor.

-Y... –no me animaba a preguntar. Alice inclino su cabeza sobre un lado como invitándome a continuar – y tuvo alguna novia mucho tiempo?

-En realidad tuvo varias relaciones, pero todas cortas y desastrosas. Después yo le presente una de mis amiga de la Universidad, su nombre es Tanya. Con ella salio algo mas de dos años. Tanya siempre me decía que estaban bien pero no fantásticos, y que el nunca le decía que la amaba. Tenían horribles discusiones hasta que terminaron, hace bastante ya. En buenos términos, por suerte!

-Para mí esa época tampoco fue nada fácil. En los estudios estaba todo bien, pero mi vida personal también era un desastre. Me deprimí y estuve bajo tratamiento bastante tiempo. Después Mama me presento a Jacob, que era hijo de una amiga de ella, proveedora de la florería, y empezamos a salir. Lo único que puedo decir es que fue muy paciente conmigo. Pero después de casi 3 años termine con el. Lo quería si, al principio, pero nunca pude enamorarme realmente de el. Nadie podía ni podrá ocupar el lugar de Edward. – Y nos abrazamos.- Pero dime algo de ti...

-Ah, pero antes te tengo un presente. Espera aquí – Ella salio corriendo a la calle y volvió en unos minutos con una caja lavanda bastante grande con un gran moño color violeta profundo. –Esto es para ti.

Deje la caja sobre la mesa de centro y abrí el lazo. Entre papeles de seda había un hermoso vestido azul marino de organza de seda, strapples. El corsage de corte princesa, se fruncía en el frente donde tenía un leve corte en v bordado con lentejuelas pequeñas al tono. Desde allí, la falda evase, hasta la mitad de la pierna era doble, teniendo dos ruedos en rulote, uno más largo que el otro. Era soñado! No podía salir de mi asombro porque era hermoso. Revise la etiqueta y decía "Alice Cullen, Paris- Milan- New York".

-No me digas que es de tu colección! Gracias amiga! Pero no te parece mucho? – ella sonreía

-Por supuesto que no! El azul se ve hermoso en ti y si mal no recuerdo, alguien se volvía loco cuando te veía vestida de ese color – y nos reímos a carcajadas.

A continuación me contó que después de terminar sus estudios de diseño, gano la beca para ir a Paris y fue maravilloso pero sufrido, porque por dos años ella y Jasper tuvieron una relación a distancia. Ellos finalmente superaron esa etapa y el la ayudo a montar su empresa en Paris. Que durante ese tiempo, el lo había aprovechado para hacer un MBA. Que estaban más enamorados que nunca y felices, con muchos proyectos. Que había llegado el mismo día del accidente con el propósito de visitar a la familia, descansar y esperar el nacimiento de los mellizos. Me puso muy contenta escucharla contarme sus cosas.

-Alice... crees que nosotros podremos... Hablo de Edward y yo, que... – ella me miro seria y me tomo de las manos.

-Bella no voy a mentirte, pero si hay en este mundo quienes siempre debieron estar juntos, son ustedes. Dependerá de cómo puedan resolver lo pendiente para seguir adelante. Pero creo que su amor puede más que todo. Todo se va a encaminar como debe.

-Gracias! Necesitaba un poco de apoyo. - y la abrace de nuevo.- No me había dado cuenta hasta ahora lo mucho que te había extrañado!

-Yo también!

Nos miramos y nos habíamos emocionado, con los ojos llenos de lágrimas. Y a continuación estallamos en carcajadas, porque no podíamos ser tan sentimentales. En eso entra a la casa mi madre, con dos bolsas y nos mira extrañada.

-Bella, debo irme. Si no te molesta, te llamaré para pasar a buscarte y salir a tomar algo con Jasper, Emmet y Rosalie

-Como esta ella?

-A punto de explotar! – Y nos reímos – Pero muy feliz. Su mayor entretenimiento es volver loco a Emmet y el es un santo, porque le soporta todos los berrinches. Como veras, nada ha cambiado! – y se puso de pie para irse. Yo la imite

-Muchas gracias por venir

-No digas tonterías! Hasta pronto ! – y mi madre la saludo con la mano, porque estaba hablando por su móvil.

Salimos a la galería, y nos dimos un gran abrazo. Me quede allí observando como se perdía en la calle, mientras el sol empezaba a calentar mas, asomándose de atrás de una nube, muy tímido.