Cap 1: Seras Tú .. Siempre

CAP.1: BELLA

Algo me molestaba y no me daba cuenta qué. Es que mi hermoso sueño terminaba producto de ese insoportable sonido. Adiós a la hermosa playa de arena blanca, cielo azul, aguas verdes arrullándome bajo un sol brillante, mientras alguien me alcanzaba una bebida rosada con un piragüitas verde. Desde que dormía sola, hace ya más de tres meses, disfrutaba de mi cama como nunca, teniendo sueños hermosos de descanso y relax.
Estire la mano y tome el despertador sin abrir los ojos. Apague la alarma pero seguía sonando. Lo sacudí, lo golpee suavemente sobre la mesa de luz hasta que lo metí debajo de la cama. Y el ruido no paraba.
Me senté en la cama y trate de abrir los ojos... Preste un poco de atención y me di cuenta que era el teléfono. Donde estaba el teléfono? El contestador atendería... Me zambullí en la cama otra vez.

-Hola dormilona!!!!!! Feliz Cumpleaños!!!... Holaaaaa... soy Mama! –Silencio. Pensé que iba a dejar el mensaje, pero no. - Isabella Swan atiende el teléfono o colgare y volveré a llamar hasta que lo hagas!!!!!!!! – dijo insistente. Y lo haría sin lugar a dudas.

Me levante, no sin tropezarme con parte del cobertor cayendo sobre la cama, cuando distinguí el teléfono sobre el banco al pie de la cama.



-Hola mama! - Dije con vos de dormida todavía - gracias por acordarte!
-Mi vida! Eres mi hija. Como no me voy a acordar de tu cumpleaños? Además estuve horas en trabajo de parto para llegar a este día. Como estas?
-Dormida... – y bostece - es que anoche me quede leyendo la nueva novela que va a salir en dos semanas. Tengo que entregar la reseña para la edición de este viernes. Que hora es?
-Son las 6 y media – y eso automáticamente me despertó. Abrí los ojos y lo verifique con el reloj de pared.
-Por que me llamaste tan temprano? –estaba desconcertada
-Porque sino... Como iba a hacer para ganarle a tu padre? El siempre se jacta que es el primero –no podía creer que fuera tan infantil. A pesar de los años, no perdían su jovialidad y esos juegos tontos en los que competían como dos niños.
-Bueno, aprovechare que es temprano para prepararme para ir a trabajar. Si me meto de nuevo en la cama, no creo que me levante para nada.
-Todo bien?
-Si, gracias a Dios! Estas semanas han sido espectaculares. Paz, tranquilidad, disfrutar de mis libros y del departamento como nunca.
-Pensé que en algún momento lo ibas a extrañar.
-Sabes que hay solo una persona que extrañare el resto de mi vida y justamente no es el.

Escuche ruidos, risas y su teléfono se cayo. No me agrada escuchar a mis padres juguetear de esa forma. Se que somos todos adultos, pero bueno, me es incomodo.

-Hola Bells! Feliz cumpleaños!
-Hola Papa! Gracias! Como estas? Como anda todo?
-Aquí, quitándole el teléfono a tu madre, que es un pícara – escuche como se reían, seguramente se empujarían o se harían cosquillas – Por lo demás todo bien..
-Alguna novedad?
-Si, Rosalie y Emmet están descansando en la Casa Cullen. Ella esta embarazada y esta hermosa! Auu!! Que? – y me quede sin palabras. Tanto tiempo sin saber de ellos!
-Que bueno! Me alegra mucho por ellos! Rosalie finalmente va a cumplir su sueño de ser mama. –dije con melancolía
-Bueno... El pueblo igual que siempre. Cuando vienes?
-Pronto! Tengo algunos trabajos pendientes para las próximas dos semanas, para entregar en la revista, pero después tomare unos días y pasare por ahí.
-Te extrañamos! Que pases lindo el día!! Cenamos el sábado para celebrar? Yo invito!
-Claro, has reservaciones en la Bella Italia y a cambio pasaré el fin de semana con ustedes.
-Es un trato. Te amo hija! -y de fondo en el teléfono escuche “Yo también!!”
-Y yo a ustedes! Hablamos pasado mañana

Totalmente despejada, tome mi bata y fui al baño. Abrí la ducha y puse la radio para escuchar sobre el tiempo. El día promediaba gris aunque las lluvias de la noche habían cesado, pero estaba fresco.
Mientras me bañaba, reflexionaba sobre las noticias que me había dado Papa. Rosalie esperaba un bebe de Emmet. Me alegraba por ellos. Recuerdo cuando empezaron a salir en el colegio. Eran y son una hermosa pareja. Me pregunto cómo es que perdimos contacto... Éramos tan unidos!
El agua estaba caliente, pero un escalofrío me recorrió la espalda cuando recordé sus hermosos, dulces y encantadores ojos verdes. Siempre los extrañaría.
Me vestí, maquille, y empecé a preparar el desayuno cuando sonó el timbre. Mire el reloj: las 8 de la mañana. Quien podría ser a esta hora?
Mire a través de la mirilla de la puerta y solo encontré un enorme ramo de flores. Algún mensajero. Tal vez Papa dándome una sorpresa al no poder vernos hoy. Abrí la puerta, y de verdad que me lleve una sorpresa

-Feliz cumpleaños, Bella! – Era Jacob con un gigantesco ramo de rosas rojas que despedían un gran perfume. Estaba sorprendida.
-Gracias! – dije dubitativa aceptando las flores - No quiero ser desagradable, pero... que haces aquí?
-Bueno, quería saludarte. Vengo en son de paz – su actitud era calmada y relajada. Aunque tenia esa sonrisa de superado que no aguantaba. El creía que era muy astuto.
-Me alegra. Hoy no es día para discutir.
-Puedo pasar? –dude al principio pero acepte.

Me acerque a la mesada de la cocina y busque un jarrón para las flores. El se sentó a la mesa sin esperar invitación. Ya se sentía muy cómodo y eso me molestaba.

-Bien... hay algo mas que quisieras decirme? No se por que, pero tengo la sensación de que si.
-Bueno, quería invitarte a cenar...
-No, lo siento. Tengo un compromiso – era mentira, pero ni loca cenaba con el
-Ok. Que te parece si te llevo a la revista y desayunamos en el café de la esquina... por los viejos tiempos? – y sonrió seductor. Eso ya no me afectaba
-Prometes que será de amigos, sin discusiones ni escenas en público? – me asombraba su actitud
-Lo prometo! – dijo poniendo una mano en su corazón y levantando la otra como un juramento.
-No tengo el auto hoy, esta en el taller para el service. Así que si no te molesta iremos juntos.
-Por supuesto que no! –sonrió contento. No quería discutir, pero me hubiera encantado decirle que se largara.

Tome mi abrigo, mi bolso y salimos de casa. La mañana seguía húmeda y gris, y aun no se secaba de las lluvias de ayer durante todo el día y la noche.
El viaje, aunque corto y de unos 15 minutos, me pareció eterno. Hablamos tonterías: del tiempo, mi trabajo, su trabajo, su padre, etc., etc. En un momento nos quedamos callados. La autopista estaba poco concurrida aunque muy mojada.
El locutor termino con la tanda y empezaron a sonar los acordes melódicos de unas guitarras, realmente muy bonito. Una chica empezó a cantar y solo escuche la primera frase de la canción cuando mi corazón empezó a latir fuerte.
No podía creer que esa canción sonara en la radio justo hoy. Una señal de que haber terminado con Jacob había sido una decisión acertada. Yo nunca podría amarlo como el me demandaba.
Mire por la ventanilla y cerré los ojos mientras la escuchaba cantar. Y solo podía ver sus ojos. No quería estar melancólica hoy, pero habían pasado tantos años!! Como nos habíamos perdido? Como no nos encontramos o nos buscamos en todo este tiempo? La vida corre tan rápido que cuando uno se quiere acordar, pasaron 8 años...
Jacob me saco de mis pensamientos al apagar la radio violentamente. Me di vuelta para mirarlo, sorprendida.

-Es El, no? Piensas en El, verdad? Siempre entrometido, metiéndose en medio de nosotros! – dijo como mordiéndose
-Nosotros? Ya no hay nosotros... recuerdas?
-No porque yo no te ame, Bella! Eres tú... Tú fuiste la que nunca me entrego su corazón por completo! – me reprocho
-Eso no es cierto! –conteste, y empecé a levantar la voz
-Por supuesto que es cierto! He competido con un fantasma por casi 3 años. Tú terminaste conmigo pero yo también estaba harto de esto!! Quiero que volvamos, pero porque me quieres a mi! Que me ames como yo te amo!
-Ya no te quiero de esa manera, Jacob! Creí que te lo había dejado claro – fui cruda, como si lo hubiera abofeteado. Pero veía que las cosas empezaban a salirse de mis manos. Sus ojos se entrecerraron, furiosos
-Como puedes ser tan cruel!!!! Maldita sea! Y maldito El, quien quiera que sea!!! –grito.
-No lo maldigas!! No puedes ni debes siquiera! No le llegas ni a los talones! –le grite

A continuación siguieron gritos, reproches, y más gritos. Nunca me di cuenta de la velocidad que íbamos ni lo que pasaba en la calle. Solo fue un segundo y recuerdo el golpe.
Mi cuerpo salio despedido hacia delante y automáticamente retenido por el cinturón de seguridad, provocando que rebotara contra el asiento de la camioneta... y dolió. Un dolor agudo en mi costado y de repente me costaba respirar.
Todo se detuvo de repente: la camioneta, el tiempo, el aire, la luz... No podía percibir nada con claridad. Solo había un olor metálico fuerte. Cuando intente moverme, mi pierna dolió terriblemente.
Intente prestar atención y solo pude escuchar gritos y unas sirenas de fondo.