Cap 21 y 22: Con Quien esta Mi Corazon?

Por DiarioTwilight   Publicado a las  6:38 p. m.   6 comentarios


POV Bella

En el rostro de Edward había felicidad, de eso no había duda, mi corazón que ya no existía ahora ni siquiera latía por latir, quede en shock al verlo agarrado de la mano con aquella hermosa mujer, ¿pero que mas podía hacer yo? Yo quien había traicionado nuestro amor, sin querer pero de igual manera traicionado. Ante aquella imagen de el con aquella chica mis esperanzas de que algún día volviera por mi desaparecieron, me quede helada, petrificada, Ryan al sentirme extraña comenzó a llorar desconsoladamente, Jake lo tomo en brazos mientras me zarandeaba diciendo mi nombre.

¡Bella! - Grito Jake halándome fuertemente del brazo - ¡Reacciona ya!

Lo siento - dije cuando las lagrimas de mis ojos comenzaron a salir - ven Ryan, es hora de tu siesta.

El pequeño extendió los brazos hacia mí, acunándose en ellos, comencé a tararear inconscientemente mi nana, la nana que Edward había hecho para mí hace ya tanto tiempo, mientras metía su pequeño dedito en su boca, cerró sus ojitos y en cuestión de minutos estaba sumergido en un profundo sueño. Me levante del césped con la ayuda de Jake, Ryan se sobresalto un poco así que comencé de nuevo a tararear.


Mi nana - dijo Camille acercándose a nosotros - me gustaba tanto cuando me la cantabas tía Bella, tenía mucho tiempo sin escucharla.


Le sonreí al ver lo animada que estaba, en realidad le encantaba la nana, había días en los que ella no podía dormir, o simplemente no quería hacerlo, la tomaba en mis brazos y le tarareaba la nana que su tío había compuesto para mí en alguna ocasión, ocasión en la que me amaba, esos últimos pensamientos me arrancaron un gemido del pecho, ya empezaba a dolerme de nuevo, el agujero era más profundo ahora que mis sospechas de que Edward no había vuelto en tanto tiempo es porque había encontrado el amor.


¡Bella! - dijo Jake zarandeándome de nuevo - ¡ya despierta! No puedo creer que sigas amando a ese imbécil.


¿De qué hablan? - pregunto Cami curiosa -


De nada corazón - dijo Jacob dándole un beso muy tierno en la frente - cosas de tu tía Bells.


Ok - dijo la chiquilla mirándolo tiernamente - no me meto en la vida privada de mi tía favorita.


Se acerco hasta mí y me dio un beso en la mejilla después de semejante escena tierna, me dirigí hasta la casa, al entrar estaban todos en la sala se me quedaron mirando por unos instantes luego al que había conocido como Eleazar se me acerco mirando fijamente a Ryan que estaba dormido en mis brazos.




Es hermoso tu hijo - dijo mirándome tiernamente, los ojos de Edward estaban clavados en mi - ¿Cómo se llama?




Ryan - dijo Carlisle antes de que yo pudiera hablar - tienes razón Eleazar es hermoso y adorable, aquí todos lo amamos.




Les sonreí discretamente, no entendía el porqué si Edward estaba enamorado de esa chica seguía con los calvados en mí, no le preste atención y corrí subiendo de dos en dos las escaleras hasta llegar a mi habitación. Al llegar me encerré en ella, mis sollozos no tardaron en salir, mis lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas descontralablemente, acosté a Ryan en mi cama, y me recosté a su lado, no sé en qué momento de mi llanto me quede dormida, pero al despertar Jacob tenia a Ryan en sus brazos mirando por los ventanales.




Alice ha mandado decirte que ya deberías estar lista - dijo Jake mirándome pícaramente - ¿no quieres hacer enojar a novia?




¿Desde cuándo se llevan tan bien? - le pregunte sonriéndole -




Desde hace unos días - dijo el riéndose también - ¿Que le digo?




Que me de unos minutos - dije incorporándome de la cama - ¿Podrías jugar con Ryan mientras me doy una ducha?




Si - respondió animado mirando a mi hermanito - buscare a Cami para que me ayude a entretenerlo.




Muy bien - le dije ya entrando al cuarto de baño -




Trate de ducharme y estar lista lo más rápido que pude, cuando salí a la habitación estaba en ropa interior, para mi sorpresa tenia visitas que en otras circunstancias me hubiesen encantado.




¿Qué haces aquí? - le pregunte, el estaba embobado viéndome en mis ropa interior negra de encajes -




Desde aquí se ve un excelente crepúsculo - me dijo acercándose a mi -

Eso no es motivo para que entres en mi habitación sin permiso - le dije el aun seguía mirándome fijamente, devorándome con la mirada -




Lo sé - dijo cínicamente - ¿No piensas vestirte?




Es mi habitación y hago lo que yo quiera - le dije tratando de no reirme de su cara de idiota -




¡Vaya! - Dijo enarcando una ceja - has cambiado mucho en estos años Bella.




Escuchar de nuevo mi nombre en su voz aterciopelada hizo que mi piel se erizara, se acerco poco a poco a mí, yo estaba estática no pude moverme a ningún lado.




La gente cambia Edward - dije casi entrecortadamente, me faltaba la respiración -




Tu esposo no se molesta si dejas ver a alguien más que a él tu hermoso cuerpo - dijo ahogando un gemido -

Primero: no tengo esposo - dijo mirándole a los ojos, esos ojos topacio que ame desde el primer día que los vi - segundo: cuando lo tenga le pregunto.




¿No tienes esposo? - Dijo tomándome por la cintura, su piel dura y fría contra el contacto de mi piel desnuda que parecía arder me hizo estremecer, Edward sintió mi reacción y en un movimiento rápido junto nuestros labios -




Me deje llevar, le respondí al beso, era una sensación única e inolvidable, después de 3 años sin tenerlo cerca parecía que estaba viviendo una alucinación, me sentía en cielo, tocándolo, saboreándolo, nos dejamos llevar demasiado, nuestros labios se fundieron dejándonos soldados el uno al otro, de repente escuche un crujido en mi costilla izquierda, mordí su labio fuertemente, el se asusto y se alejo de mi al instante segundos después estaba pegado a la pared asustado.




Lo siento - le dije mirándolo, no podía hablar mucho por el dolor -




Tu no tienes que sentir nada - dijo el acercándose a mi examinándome con la mirada - soy un idiota, no tuve cuidado.




Tranquilo - le dije mirándolo a los ojos, fundiéndome en ellos - no paso nada.




Cuando intente moverme de me dio un puyazo de dolor en mis costillas de nuevo.




Llamare a Carlisle - dijo alejándose de nuevo de mi -




Edward espera - le dije mirándolo, las lagrimas hicieron acto de presencia, no por el dolor de mis costillas, si no por el dolor que tendría que afrontar ahora que me él tuviera que elegir entre ella o yo, ¿y si la elegía a ella? - ¿Que va a pasar con nosotros?




Buscare a Carlisle - dijo fríamente - luego hablaremos tú y yo.




Me quede allí muy quieta, al menos el querria hablar conmigo, eso me daba una esperanza, lo que había pasado hace algunos momentos quiere decir que aun siente algo por mí, y esperaba con todas las fuerzas de mi alma que me eligiera.




¿Qué paso Bella? - dijo Carlisle apenas entro a la habitación -




Me rompí unas costillas creo… - dije mirándolo con una mueca de dolor, que quite al instante que vi a Edward entrar detrás de él -




Pero como has hecho eso - me examinaba donde me dolía -




Fui yo padre - confeso Edward - la he abrazado muy fuerte.




Hijo - dijo Carlisle mirándole con media sonrisa en sus labios -




Puedes levantarte - me pregunto Carlisle extendiéndome sus brazos -




Si - dije, pero cuando intente hacerlo, el dolor se pronuncie y no pude evitar gemir -

Edward se acerco rápidamente, me coloco una bata sobre mi cuerpo y me levanto en sus brazos, escondi el rostro en su pecho, extrañaba su aroma, era el mismo, el mismo que tenia la primera vez que me tomo en sus brazos, lo amaba, lucharía por él a costa de lo que sea. Me coloco en una camilla en el estudio de Carlisle.




Tienes una costilla rota, pero debo hacerte una radiografía para saber cual es - dijo Carlisle mirando de nuevo mis costados -




Al sacarme la radiografía era la segunda costilla de la izquierda.




Edward - dijo Carlisle mirándolo seriamente - ¿Podrías llamar a Jacob? Dile que le necesito urgente.

Edward puso cara de pocos amigos, pero salió de la habitación a los pocos momentos regreso con Jake y Camille que venían tomados de la mano, Edward tenía una cara de sorpresa absoluta.




Jacob, necesito que me done un poco de tu sangre - dijo Carlisle mirándolo fijamente -

¿Para qué abuelito? - Pregunto Cami curiosa de nuevo -




Bella se ha roto una costilla - dijo Carlisle entretenido con su maquina de análisis de sangre - necesito pegarla de nuevo y rápido, si no sufriremos la ira de Alice porque su dama de honor esta accidentada.




Todos nos reímos, bueno todos excepto Edward que aun no entendía nada y seguía mirando a Jacob y Camille como a dos extraños.




Edward - le dijo Carlisle mirándolo fijamente - ¿sucede algo hijo?




¿Hijo? - Pregunto Camille - abuelito…

El es tu tío Edward - le dijo Carlisle a su nieta mientras la despeinaba -

Pero yo nunca… - decía ella mirando a Edward extrañada - por supuesto, eres tú a quien amaba mi tía Bells cuando mi madre estaba esperándome.




Edward no dijo nada solo miraba a la pequeña con ojos extraños.




Aun la amas - prosiguió Camille - lo siento, la amas con pasión, con devoción, como nunca antes he sentido que una persona ame a otra, tal como ella te ama a ti.




Nuestras miradas se encontraron, Camille siempre decía la verdad, pero si aun me seguía amando porque estaba con esa otra.




Bella - dijo Carlisle colocando frente a mi un vaso con la sangre de Jake - bebe.

La tome rápidamente, pensé que me desmayaría, pero sabia mejor de lo que esperaba.




Ahora respira profundo - dijo el médico mirándome con media sonrisa -




Hice lo que me indico, de un solo golpe me apretó las costillas y coloque la rota en su lugar.




Ya debió haberse soldado - dijo Jake mirándome fijamente - mi sangre es lo mejor que hay.

Todos nos reímos de nuevo, excepto por Edward que al fin rompió el silencio.

Tu eres la hija de Rosalie y Emmett - dijo en afirmación - Jacob esta imprimado de ti y tu le amas, él y Bella nunca se casaron pero y…

Ryan no es mi hijo - le dije mirándolo con ternura -




Es tu hermano Ryan - dijo ahora mirándome con mas ternura y devoción que antes -

Así es - afirme - han pasado muchas cosas en estos años.




Cosas que ignoro - dijo el acercándose a mí, tocando mi mejilla - tendré que ponerme al corriente.

¿Quién es la chica con la que llegaste? - pregunte directamente -




Se llama Paulette - dijo el mirándonos a todos al mismo tiempo - he pasado con ella dos de estos tres años y…




Es tu pareja - dijo Jacob en tono de reproche -




Edward pareció pensárselo, pero a los pocos minutos respondió.




Si - dijo mirándome con dolor en sus ojos - es mi pareja.




Me levante de inmediato de la camilla, estaba furiosa conmigo misma, si yo los había visto llegar juntos, había sabido que el la amaba desde el principio y me deje llevar engañándome a mi misma con falsas esperanzas.




Bella espera - dijo Edward detrás de mi - yo…




¿Tú qué? - Voltee para encararlo - ¿Que me vas a decir ahora? Si ya lo dijiste todo con una sola palabra.




Edward - dijo la tal Paulette con una gran sonrisa entrando en el salón - ¿Dónde has estado te he buscado para que veamos el crep…




Se quedo callada al verme, pero no dijo nada, trato de irse pero yo la interrumpí.




¿El crepúsculo? - le dije mirándolos con reproche a los dos -




Bella yo… - trato de decir algo pero me encamine a mi habitacion dejándola con la palabra en la boca

Cap 22




Sabia que no podria soportar mas esto era un error, haber venido era un estupido error, me deje llevar y aunque mi familia me recibio con los brazos abiertos, desde que vieron a Paulette se extrañaron mucho, pero cuando les explique quien era, la quisieron como una mas de la familia.



Estaba en la sala conversando con todos, y escuchando los pensamientos extrañados de mis hermanos y padres, no entendian como era que estaba alli, no sabian como Alice me habia contactado.



Le habia mentido a Bella con respecto a la relacion entre Paulette y yo, debia hacerlo, no podia permitirme lastimarla, me habia dejado llevar demasiado lejos, y le habia roto una costilla, que me habia dolido mas a mi que a ella misma. No queria lastimarla, pero mi corazon estaba inundado de felicidad todo este tiempo ella creyo que yo estaba feliz donde estaba, pero ignoraba la verdad, mi maldita existencia solo era una mas de tantas mientras ella no estaba cerca, era la razon de mi existiencia, la razon por la que aun no habia ido con los vulturis.



¡Bella! - La llame parado frente a la puerta cerrada de su habitacion - abreme, necesitamos hablar.



¡Vete al diablo Edward! - me grito, podia sentir su llanto en sus palabras - ¡no quiero verte! ¡Paulette debe estar esperandote!



¡Maldita sea Bella! - le grite ahora furioso - ¡abreme la puerta!



¡NO! - dijo ella muy molesta -



Deja de insistir - dijo Paulette colocando una mano en mi hombro - ella no abrira la puerta.



Vi en los pensamientos de Paulette que Bella estaba muy molesta porque se sentia estupida, creia que habia cometido un error al dejarse llevar.



Lo siento - dijo ella con su mirada triste -



Golpee fuertemente la pared haciendo un crater en ella, corri vampiricamente hasta el bosque, mi grito de furia se escucho a miles de kilometros a la redonda.

Eres un idiota - penso Jacob acercandose a mi siendo lobo - ¿Cómo pudiste decirle eso?



¿Tu que sabes? - le grite enojado -



Paulette nos dijo que ustedes son como hermanos, que has cuidado de ella, y que ella solo te ayudo un poco a sobre llevar lo de Bella - dijo en sus pensamientos - ¡no seas IDIOTA y dile la verdad!



¡NO! - le grite, si pudiera llorar lo estuviese haciendo de lo frustrado que estaba - ¡LE HARE DAÑO, SI ME ACERCO DEMASIADO LE HARE DAÑO!



NO SEAS ESTUPIDO VAMPIRO MEDIOCRE - me grito el ahora como humano - ELLA TE AMA, HA ESPERADO POR TI.



Jacob - dije suplicante - dime que paso… ¿porque ustedes no se casaron? ¿Cómo es que ahora ella me ama, y antes de irme estaba segura que te amaba a ti?



Ven - hizo seña con su cabeza para que lo siguiera - vamos a charlar.



¿Pero me diras? - Pregunte - necesito saber.



Vamos - me dijo ahora tomandome del brazo -



Caminamos por varios minutos en silencio, hasta llegar a un claro que nunca habia visto mientras habia vivido aquí, me sorprendio mucho lo parecido que era con mi padro en Forks, el mismo donde habia llevado a Bella a declararle mi amor.



Cuando tu te fuiste, unos meses despues Rosalie dio a luz - comenzo a decir mirando a su alreededor - cuando eso ocurrio, Bella como habia de esperarse fue quien sintio las contracciones, esa noche ella estaba conmigo, cuando comenzo a gritar la traje de inmediato hasta tu casa, todo paso muy rapido, a los pocos momentos Carlisle salio de la sala con una pequeña en brazos, en el momento que vi sus ojos un escalofrio recorrio mi columna, entonces fue cuando todo en el mundo dejo de existir, mi unvierso se limitaba solo a sus ojos, solo a ella, Jasper quien sintio mi oleada de amor, me miro confundido, y le pidio a Emmett que alejara a Camille de mi, Rose a los pocos tambien lo supo, Bella quien desperto unos dias despues no entendia nada, pero al ver la reccion de tu familia supo que me habia imprimado de Cami, salio corriendo despavorida al bosque, Carlisle no nos permitio seguirla, solo nos dijo que ella necesitaba estar sola, que le dieramos su espacio y eso fue lo que hicimos, en esos momentos mi adorable suegrita estaba en una llamada telefonica que escuche a la perfeccion, una tal Zafrina le dijo que el amor que Bella profesaba por mi, en realidad era solo un espejismo que era creado por Camille desde el vientre de su madre, ella y Bells son como una sola persona divida en dos, ese es el don de Cami, sentir y utilizar a su antojo los sentimientos de las personas, Emmett al darse cuenta que lo sabia todo, comenzo a insultarme y a golpearme, se dio una batalla entre nosotros de la que sali bastante lastimado, Alice y Jasper encontraron a Bella inconciente en el bosque, la trajeron a casa, pero no me permitieron verla porque aun tenia muchos huesos rotos y mal soldados, pero cuando ella desperto fue corriendo a verme, le comente lo de la llamada y ella no se sorprendio, me dijo que era por eso que dentro de ella tenia una batalla de quien amaba mas, evidentemente la pequeña Camille habia jugado con los sentimientos de ella, me disculpe pero ella solo me regreso el anillo y seguimos siendo amigos como antes, espero fervientemente a que tu regresaras pero nunca sucedió, la poca infancia de Camille fue totalmente con Bella, ya que ambas sentian sus tristezas y alegrias, ella para recordarte siempre le tarareaba la nana que compusiste para ella a Camille, asi pasaron los años y aunque todas las noches sus pesadillas eran peores ella decidio seguir viviendo sin ti, porque creia que eras feliz donde estabas, porque despues de haberte dado tanto dolor, ella no creyo justo buscarte a pedirte perdon como si nada hubiese pasado, y asi fueron pasando los años, los dias, las semanas para ellas eran torturas, visitaba tu habitacion y miraba su cuadro una y otra vez, siempre terminaba llorando arrodillada frente a el, como si con eso tu sientieras su dolor, todas las tardes veia por los ventanales el crepusculo, decia que eso era lo unico que le quedaba de ti, el crepusculo era muestra de que un dia la amaste con el alma que tu no crees tener…



Me sentia tan impotente al escuchar esas cosas, como podia creer que estaria bien lejos de ella, si mi estupida vida no era nada sin ella, se sentia culpable, pensaba que ya no la amaba, que me haria daño regresar con ella, como podia mi angel pensar eso…



¿Prosigo? - pregunto Jacob mirandome fijamente - ¿Estas bien?



Si - dije sin pensarlo - sigue por favor…



Muchas veces despertaba soñando que habias regresado, y te buscaba por todos lados, al darse cuenta que no era asi, caminaba por el bosque, fue asi como descubrio este prado, al principio solo era un terreno arenoso vacio, ella con la ayuda de Esme lo transformaron en lo que es ahora, esto ella lo hizo para ti, para recordarte, para sentirte siempre con ella, para soñar con que aun la amabas, no te imaginas lo Bells ha sufrido siempre pensado que si no volvias, era porque no la amabas, hace unos meses atrás Charlie y Renee vinieron a avisarle a Bells que se casarian de nuevo, hace unos años Phil murio en un accidente y ellos volvieron a enamorarse, ahora estan de luna de miel y por eso estamos cuidando a Ryan, Bella trabaja con tus hermanos en su bufette de abogados, ha salido adelante solo enfocada en sus estudios y su trabajo, sus padres estan orgullosos de ella, Esme y Carlisle la admiran por haber salido adelante con tanto dolor en el alma, Alice y Rosalie hacen lo posible por distraerla, Emmett y Jasper hacen lo que pueden el Bufette dandole casos nuevos y pues yo y Cam hacemos lo posible tambien, no ha querido volver a Forks, hemos ido un par de veces pero ella no ha querido acompañarnos, al principio creimos que en realidad si tenia mucho trabajo en la universidad, pero luego nos dimos cuenta que los recuerdos la atormentan estando aquí, con todo y mas estando en el lugar donde se conocieron, donde se amaron y donde fueron muy felices.



Le propine un puñetazo a un arbol que callo tendido en medio del claro.



Tranquilo - dijo Jacob tomandome por lo hombros - tengo una idea para que todo esto vuelva a ser como antes.



¿A que te refieres? - dije mirandolo con intriga -

Camille conocimos hace poco a unas personas que podran ayudarnos - dijo el impacientemente - pero solo pueden hacer algo por nosotros…



¡Jacob habla claro! - le dije no podiendo interpretar sus pensamientos confusos -



Stephano es un vampiro viejo - dijo el aclarandome todo - que conocimos Camille y yo hace unos años mientras cazabamos en el bosque, el puede ayudarnos en algunas cosas.



¿Como cuales cosas? - Pregunte aun más confundido -



Bella se sentia mal por haber hecho el amor conmigo - dijo el sin mirarme, pero en su mente podia ver lo apenado que estaba - siempre quiso que su primera vez fuese distinta, que fuese contigo, que fuese con el hombre que ella amaba, por eso, cuando conocimos a Stephano y nos dimos cuenta de su don, le pedimos el favor…



¿Qué favor? - pregunte ensimismado -



Camille me dijo que volvimos en el tiempo y pude evitar el momento en que Bella y yo hicimos el amor por primera vez, Camille me ayudo con eso de los sentimientos y pude evitarlo, Bella aun es virgen y no recuerda nada del porque yo me negue a estar con ella, ni yo recuerdo tampoco que eso haya sucedido alguna vez, se me borro de la mente, al cambiar mi decision eso nunca paso, el hecho es que ahora se siente mejor consigo misma… y…



¿Stephano tiene el don de viajar el tiempo? - pregunte incredulo, nunca habia visto esa clase de don -



Bueno… - dijo el pensandoselo - no exactamente… el solo puede cambiar cosas, decisiones tomadas, nada más, y como toda decision tiene consecuencias, lo que trajo esa decision cambia…



¿Y que fue lo que cambio para Bella? - pregunte confuso -



Ella sigue siendo casta - comenzo a decir sentandose en el pasto en posicion de indio - no recuerda nada que haya pasado algo entre nosotros, solo que fuimos novios durante un tiempo por culpa de Camille quien manipulaba sus sentimientos… eso es realmente lo que yo recuerdo tambien, osea, que nunca hicimos el amor, pero todo sigue siendo lo mismo. Me hubiese encantado hacerte cambiar de parecer en el pasado y que no te hayas marchado nunca, pero Alice al darse cuenta me lo impidio diciendonos que si hacia eso nunca conocerias a Paulette y que ella es tu familia de sangre y que no podiamos impedir su encuentro.



Ya entiendo - dije aun asimilandolo -



Por eso digo - dijo el ahora mirandome fijamente - ya se que podemos hacer para que todo vuelva a hacer como antes entre ustedes.



¿Ahora de que hablas? - le pregunte mirandolo con furia, no me dejaba ver en sus pensamientos que era lo que queria -



Dentro de unos dias tendre que ir a La Push - dijo el viajando en sus pensamientos al mar que tanto amaba - ya Camille convencio a Bella para que nos acompañara, iremos los cuatro.



¿Los cuatro? - pregunte -



Camille, Bella, Ryan y yo - dijo el ahora mirando la nada - he pensado en que si ese Prado es tan importante para ustedes, puedo hacer algo para que vuelvas a conquistarla.



¿Qué locura se te ocurrio ahora? - le pregunte con media sonrisa -



Primero debes de dejar de pensar que la vas a lastimar a cada momento que la tocas - dijo el mirandome fijamente - ella te ama, y aunque muera en tus brazos ella nunca querra tenerte lejos de ella.



Muy bien - le dije -



Ella no sabra que tu iras - dijo y yo sin poder creerlo - con nosotros y estando alla…



¿Yo ire? - pregunte dudoso -

¡¡Claro idiota!! - Me grito - ¿quien crees que la reconquistara? ¿¿Ryan??



Ya deja de insultarme - le dije gruñendole un poco -



Es que estas de un lentooooo - dijo entre carcajadas -



Sigue imbecil - le dije tambien riendome de lado -



Pues lo demas que se te ocurra a ti - me dijo el aun carcajeando - ¿no quieres que yo lo haga todo no?



Ok - dije resignado y emocionado por la idea del chucho, al fin estaba empezando a pensar - ¿cuando nos iremos?



Nosotros nos iremos en un par de dias - dijo poniendose de pie - espero encontrarte alla cuando lleguemos… y de verdad espero que se te ocurra algo bueno para cuando ella este alla…



Muy bien - dije comenzando a pensar en que hacer - nos vemos alli.



Le extendi mi mano, la que el apreto fuertemente halandome hacia el para que palmearamos nuestras espaldas.



Espero que todo te salga bien - me dijo sinceramente, podia ver su franquesa en sus pensamientos - y que todo vuelva a ser como antes…



Yo tambien Jacob - le dije mirandolo fijamente - yo tambien lo espero.



Nos despedimos, el se fue en direccion a la casa y yo me recoste en el pasto, cerre mis ojos recordando aquel maravilloso dia de nuestra primera declaracion, fue tan maravilloso tenerla alli frente a mi, escuchandome tan atentamente, su acompasada respiracion uniendose con la mia, su calida piel haciendo figura sobre mi antebrazo, y lo asustada que se puso cuando intente demostrarle lo fuerte y rapido que era.

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Continuación capitulo 22

Flashback

Lentamente abrí mi camisa, dejando que el sol pegara en mi pecho. Bella me miraba con los ojos abiertos como dos grandes espejos. Me reuní junto a ella y me contempló más de cerca.


—Por esto no podemos salir a la luz del sol— Le dije. —Sabrían que somos diferentes—
Pero ella no dijo nada. Caminé unos pasos más hacia el centro de la pradera y me recosté sobre la suave hierba. Mi piel brillaba como si estuviera bañada por millones de diamantes que a su vez brillaban como múltiples y diminutos arco iris.
Bella permaneció cerca de mi, mirándome, pero sin decir nada. Me quedé inmóvil sin hacer movimiento alguno, descansando y disfrutando el leve calor del sol sobre mi piel.
Estaba ovillada con el mentón descansando sobre las rodillas muy cerca de mí, podía sentir su exquisito aroma mezclado con el olor de las flores silvestres. Una leve brisa hacía que su esencia se dispersara por todo el lugar.
Sentí el calor de su dedo sobre el dorso de mi mano. Mi cuerpo tembló al contacto de esa leve caricia. Sintió mi dura y fría piel pero no sesó su caricia. Cuando abrí los ojos ella contemplaba mi piel y me sentí feliz de compartir mi secreto con ella.
— ¿No te asusto? — Le pregunté, quería saber que era lo que verdaderamente pensaba de mi.
—No más que de costumbre— Me contestó. Me aceptaba, aceptaba lo que era. No había gritado ni había salido corriendo como yo había temido. Sonreí con el corazón, con el alma, sonreí con todo mi ser.
Lentamente se acercó más y más hasta que pudo abarcar los contornos de mi antebrazo con la yema de sus temblorosos dedos y cerré los ojos disfrutando ese exquisito contacto.
— ¿Te molesta? —Preguntó.
—No— Respondí sin abrir los ojos. —No te puedes ni imaginar cómo se siente eso—. Y no pude contener un suspiro. Había deseado tanto este momento.
Su caricia avanzó por todo mi brazo. Con su otra mano trato de dar vuelta a la mia y me adelanté para hacerlo, pero me dejé llevar por la emoción de su contacto y me moví muy rapido. Bella se asustó y se quedo inmovil por un segundo.
—Lo siento —Murmuré y cerré nuevamente mis ojos. Permanecí quieto otra vez anhelante de su contacto nuevamente. —Contigo, resulta demasiado fácil ser yo mismo—
Tomó mi mano nuevamente y la volteo de un lado a otro, examinando mi piel muy cerca de su cara. Hubiera querido acercar mi mano y acariciar su rostro pero temí asustarla nuevamente.
—Dime qué piensas —Le pedí en un susurro mientras no dejaba de mirarle a los ojos.—. Me sigue resultando extraño no saberlo. —Bueno, ya sabes, el resto nos sentimos así todo el tiempo.
—Es una vida dura — ¿Me diria la verdad esta vez? —Aún no me has contestado—
—Deseaba poder saber qué pensabas tú —Dijo vacilante — y...
— ¿Y?
—Quería poder creer que eres real. Y deseaba no tener miedo.
Estaba asustada. Yo la había asustado.
—No quiero que estés asustada— Le pedí en un murmullo suave tratando que viera que la amaba con todas mis fuerzas y que preferiría morir a que ella sufriera por mi culpa o por la cualquier otro.
—Bueno, no me refería exactamente a esa clase de miedo, aunque, sin duda, es algo sobre lo que debo pensar.
Rápidamente me senté apoyado sobre mi brazo derecho sin retirar mi mano izquierda de las suyas. Estábamos solo a unos centímetros de distancia.
—Entonces, ¿de qué tienes miedo? — Le dije sin apartar mis ojos de los suyos. Pero no contesto. De repente se inclinó aun más. Instintivamente me retire velozmente de ella, fue mas bien un reflejo, no estaba preparado para eso y me había tomado completamente desprevenido. Y ahí estaba yo a seis metros de distancia, casi en el borde de la pradera bajo la sombra de un enorme abeto en un abrir y cerrar de sus ojos.
Había herido sus sentimientos, pero fue ella quien se disculpó.
—Lo... lo siento, Edward — Dijo en voz baja.
—Concédeme un momento — Le pedí para volver a tomar control sobre mi mismo.
Me tomó más tiempo del que pensé, el poder estar seguro de tener todo bajo control. Tantas veces había deseado tomarla en mis brazos, acercarla a mi, estrecharla contra mi pecho. Podría haber sido nuestro primer beso… ¿ Y que sucedió?...
Muy lentamente caminé hacia ella, inhalando y exhalando. Cuando estuve a una distancia prudente me senté en hierba con las piernas cruzadas, sin dejar de mirarla a los ojos. Me sentía avergonzado por mi reacción, desilucionado de mi mismo. Después de dos grandes suspiros le pedí disculpas en medio de una sonrisa.
—Lo siento mucho, ¿Comprenderías a qué me refiero si te dijera que sólo soy un hombre?
Asintió. No dijo nada, solo fue un pequeño movimiento de su cabeza. Su pulso se aceleró y su rostro se volvió mas pálido que de costumbre.
Debía jugar limpio, debía mostrarle lo que verdaderamente era. Revelarle mi naturaleza. Advertirle lo peligroso que era esa cercanía, tratar que entendiera que a pesar de nuestras diferencias que yo la amaba por sobre todas las cosas. Trataría que comprendiera que nunca haría nada para herirla, no por voluntad propia. Y que si esto llegaba a suceder, sería solo por un desgraciado e inevitable accidente. Y yo nunca me permitiría exponerla, nunca. Pero debía dejar que ella escogiera y yo aceptaría su voluntad.
—Soy el mejor depredador del mundo, ¿no es cierto? Todo cuanto me rodea te invita a venir a mí: la voz, el rostro, incluso mi olor. ¡Como si los necesitase!
Dejé que mi cuerpo se moviera libremente. En medio segundo llegue al borde de la pradera y luego di una vuelta a la misma para mostrarle la verdadera velocidad a la cual podía moverme.
— ¡Como si pudieras huir de mí!
Me reí amargamente y con mi mano arranqué el tronco del abeto que se encontraba junto a mi. Rompí su grueso tronco sin dificultad alguna en medio de un escalofriante ruido. Luego lo hice girar en el aire durante unos instantes, lo arrojé velozmente contra otro árbol que se estremeció con el golpe. En menos de un parpadeo humano estuve justo frente a ella a solo medio metro de distancia.
— ¡Como si pudieras derrotarme! —dije en voz baja.
Bella no se movió, veía el miedo en sus ojos. Le mostré lo inhumano que era, para que entendiera, para que comprendiera. Pero sentía que no había ganado, mas bien estaba perdiendo, la esta perdiendo. Quería arrojarme a sus pies, llorar si pudiera. Pedirle que entendiera que mi corazón era humano, tan humano como ella. Que mi cuerpo y todo lo que podía hacer con el, no eran nada en comparación con el amor que sentía por ella.
—No temas — Le pedí, casi le rogué. —Te prometo... —No esa no era la palabra que quería emplear — , te. juro que no te haré daño.
Nunca lo haría, nunca.
—No temas —Le susurre mientras me acercaba a ella. Me moví muy lentamente para no asustarla más, hasta que estuve muy cerca de ella con mi rostro a la misma altura que el suyo, a 25, 5 centímetros exactamente.
—Perdóname, por favor — Le pedí ceremoniosamente. — Puedo controlarme. Me has pillado desprevenido, pero ahora me comportaré mejor.
Esperé por su respuesta, pero no dijo nada, seguramente estaba en shock.
—Hoy no tengo sed — Le dije tratando de que mis palabras la sacaran de su mutismo, al mismo tiempo en que guiñaba un ojo. —De verdad— Agregue.
Repentinamente Bella rompió a reír, pero era un sonido tembloroso y jadeante. Estaba seguro que estaba en shock y al borde de la histeria.
— ¿Estás bien? — Le pregunté tiernamente. Extendí mi brazo, lenta y cuidadosamente para poder volver a poner mi mano en las suyas.
Seguía sin decir nada, pero miró mi mano y después me miró a los ojos, deseando que viera lo arrepentido que estaba. Luego miró nuevamente mi mano y volvió a acariciarla con la yema de los dedos. Alzó la vista y me miró con timidez.
No se había desmayado, ni había salido corriendo. Tampoco estaba en shock como yo había temido. Aquello en vez de molestarme, como debería haber sucedido, solo me dio valor. El valor que tanto necesitaba en estos momentos.
—Bueno, ¿por dónde íbamos antes de que me comportara con tanta rudeza? —pregunté utilizando el mejor de mi vocabulario
—La verdad es que no lo recuerdo—
Aun sentía un poco de vergüenza pero le sonreí.
—Creo que estábamos hablando de por qué estabas asustada, además del motivo obvio—
—Ah, sí—
— ¿Y bien? —
No dijo nada, nuevamente, solo siguió acariciando mi mano y luego la palma de esta.
— ¡Con qué facilidad me frustro! — Le dije.
Me miró a los ojos, pero no pude comprender los motivos que la hacían dudar. Estaba seguro que no me temía, no del modo que debía hacerlo. No me temía aun después de ver todo lo que era capas de hacer o hacerle. Era otro su miedo pero no podía identificarlo.
Volvió a mirar mi mano y dijo en voz baja:
—Tengo miedo, además de por los motivos evidentes, porque no puedo estar contigo, y porque me gustaría estarlo más de lo que debería.
¿Dijo que le gustaría estar conmigo? Si de algo estaba seguro era de no tener problemas de audición. Mi cuerpo se infló de esperanza, pero yo sabía que no le convenía quererme como yo la queria.
—Sí —Admití lentamente. —Es un motivo para estar asustado, desde luego. ¡Querer estar conmigo! En verdad, no te conviene nada.
—Lo sé. Supongo que podría intentar no desearlo, pero dudo que funcionara.
Posiblemente se sentía lo mismo que yo. Posiblemente también me amaba pero sabía muy en el fondo que eso no era conveniente.
—Deseo ayudarte, de verdad que sí — Le respondí con la mayor sinceridad que me fue posible. —Debería haberme alejado hace mucho, debería hacerlo ahora, pero no sé si soy capaz.
—No quiero que te vayas — Me suplicó al mismo tiempo en que me miraba intensamente a los ojos. Era la primera vez que mi miraba de esa manera. Bueno era la primera vez que alguien me miraba de esa manera. Me sentí extrañamente cohibido y eso hizo que desviara la mirada, algo avergonzado por su intensidad.
—Irme, eso es exactamente lo que debería hacer, pero no temas, soy una criatura esencialmente egoísta. Ansió demasiado tu compañía para hacer lo correcto.
—Me alegro.
Fin de Flashback
Los recuerdos venian a mi mente inesperadamente, me sentia tan bien con ellos, era como si estuviera viviendo esos momentos otra vez, cuando nos amabamos y no habia pasado nada, nada de lo que ahora nos estaba separando, en esos momentos me sentia invencible, mas de lo que ya era, estar cerca de ella me hacia sentir el mejor hombre del mundo, me hacia cambiar, ser diferente…
¿Qué haces aquí? - esa voz me sobresalto, su voz dulce y hermosa - ¿Cómo encontraste este lugar?
Caminando por el bosque sin querer lo encontre - le dije mirandola a esos ojos chocolates que tanto amo - ¿porque?
¡Este lugar me pertenece! - Dijo ella sentandose en el grama - lo he hecho para mi, y no quiero que estes aquí.
Pense que era parte del bosque - dije riendome de lado - tu no puedes ser dueña del bosque.
Me miro ácidamente, y me medio gruño, pero no le preste atencion, volvi a recostarme en la grama y cerre mis ojos, volviendo a mis recuerdos.


FlashBack


Bella y yo nos miramos. Estaba tan cerca de pronunciar aquellas palabras que estaban torturando mi cabeza.

—Y por todo eso — Continué —hubiera preferido delatarnos en aquel primer momento que herirte aquí, ahora, sin testigos ni nada que me detenga.
— ¿Por qué? — Preguntó.
Había llegado el momento. Mi corazón casi se me salía por la boca. Sentía una sensación extraña en el estomago, pero continué adelante. Sentí como si mi cuerpo cayera de una gran altura, pero no sentía miedo, sentía alivio.
—Isabella —Cuidadosamente pronuncié su nombre completo, al tiempo que despeinaba su pelo con la mano libre; se estremeció por el contacto. —No podría vivir en paz conmigo mismo si te causara daño alguno —
Clavé mi mirada en el suelo, me sentía demasiado avergonzado para mírala a los ojo.
—La idea de verte inmóvil, pálida, helada... No volver a ver cómo te ruborizas, no ver jamás esa chispa de intuición en los ojos cuando sospechas mis intenciones... Sería insoportable — La miré a los ojos, casi podía escucharme rogando por su amor.
—Ahora eres lo más importante para mí, lo más importante que he tenido nunca—
Y ahí estaba yo, por fin me había declarado al único, verdadero y eterno amor que había conocido. Aguardé esperando su reacción, fuera cual fuera, sin apartar mis ojos de ella.
—Ya conoces mis sentimientos, por supuesto. Estoy aquí, lo que, burdamente traducido, significa que preferiría morir antes que alejarme de ti —hizo una mueca—Soy idiota.
—Eres idiota — Acepté con una risa.
Nos miramos, ella también reía. Sólo nosotros podíamos estar riendo en ese momento. Nos reímos de todos los caminos que nos habían llevado hasta ese lugar. El destino o como se le llame, había hecho la jugada y nosotros habíamos enfrentado el reto.
Reía de felicidad, le sonreía al futuro. Quedaban atrás mis días, años, décadas de eterna soledad. La amaría eternamente, aun cuando pasaran sus años humanos la amaría.
Mi existencia ya no sería más una sombra. Mis noches y días no estarían más llenos de tristeza y desesperanza.
La había esperado tanto tiempo.
—Y de ese modo el león se enamoró de la oveja... —Murmure, sin apartar mis ojos de ella. Desvió su mirada ocultando sus inmensos ojos mientras se estremecía levemente.
— ¡Qué oveja tan estúpida! — Dijo de pronto.
— ¡Qué león tan morboso y masoquista! — Agregué tratando de mirar hacia el futuro, tratando de ver aquella delgada linea en la cual me habia propuesto caminar. No matarla, no transformarla. Solo amarla día a día, tratando de vivir uno a la vez.
— ¿Por qué...? —Dijo de pronto, pero se detuvo. La miré esperando que terminará de formular su respuesta. Pero no continuó y le sonreí para infundirle valor.
— ¿Sí? —
—Dime por qué huiste antes.
—Sabes el porqué— Le dije, no comprendí muy bien a que se refería.
—No, lo que quería decir exactamente es ¿qué hice mal? Ya sabes, voy a tener que estar en guardia, por lo que será mejor aprender qué es lo que no debería hacer. Esto, por ejemplo— Y me acaricio la base de la mano. —, parece que no te hace mal— Y me sonrió.
—Bella, no hiciste nada mal. Fue culpa mía—
—Pero quiero ayudar si está en mi mano, hacértelo más llevadero.
—Bueno... — Pensé un momento y le dije. —Sólo fue lo cerca que estuviste. Por instinto, la mayoría de los hombres nos rehuyen repelidos por nuestra diferenciación... No esperaba que te acercaras tanto, y el olor de tu garganta... Repentinamente me calle y estudié su rostro, no pretendía asustarla. Muy por el contrario quería que se acercara nuevamente, no estaba seguro de cómo reaccionaría esta vez. Pero anhelaba su proximidad.
—De acuerdo, entonces —Dijo. Su tono de voz era relajado y tranquilo. Se llevó las manos al cuello y en medio de una mueca dijo:
—Nada de exponer la garganta—.
Toda la escena me resultó sumamente graciosa.
—No, en realidad, fue más la sorpresa que cualquier otra cosa—.
Levanté la mano que tenía libre y toqué su garganta. Ella automáticamente se quedó quieta. Podía sentir el cálido fluir se su sangre, su pulso acelerado, su respiración acelerándose poco a poco. ¿Que había en esas señales? ¿Temor? ¿Recelo? Quizás… ¿Deseo?...
—Ya lo ves. Todo está en orden— Le dije tratando de borrar aquella última idea de mi mente. Pero su pulso se aceleraba más y más. Poco a poco su mejillas se tornaban sonrosadas.
—El rubor de tus mejillas es adorable —Murmuré.
Retiré lentamente mi mano de las de ella para poder acariciar su mejilla. Su piel era tan suave, tan cálida. ¿Cuantas veces había soñado con hacer esto? Ya no lo recordaba. Sostuve su cara entre mis dos manos.
—Quédate muy quieta —Le pedí en un susurro, estaba seguro que mi voz temblaría en cualquier momento.
Me incliné hacia ella, despacio, disfrutando el cada segundo que me tomaba llegar hasta su cuerpo. Cuando estuve lo suficientemente cerca apoyé mi mejilla contra la base de su garganta. Una oleada de placer inundó mi cuerpo desde la cabeza a mis pies.
Bella permanecía muy quieta pero podía ver como se dilataban cada uno de los poros de su piel, el aroma que expulsaban era verdaderamente embriagador. Por un momento vi al monstruo a un lado de mi mente que se adentraba en lo mas recóndito de mi conciencia hasta por fin desaparecer. Ese ser ya no sería el culpable de mis tormentos. Ahora debía enfrentar nuevos demonios, unos más humanos.
Mi cabeza dio vueltas, bajé lentamente mis manos por su cuello para luego seguir descendiendo hasta llegar a sus hombros. Aspirando el aroma que expelía de sus poros bajé hasta su clavícula, inhalando. Que placentero podía llegar a ser el dolor. Sentía la garganta a carne viva, pero no podía apartarme de ella. Bajando un poco más llegué hasta su pecho escuchando los sonidos de su corazón, los escandalosos latidos de su corazón.
—Ah— Dije en un suspiro. No pude volver a pronunciar palabra alguna. Ella permaneció callada, inmovil. No pude identificar la respuesta de su cuerpo, seguramente tendría miedo, no mucho pero el suficiente. Pero a medida que transcurrió un poco de tiempo su pulso y respiración se hicieron más acompasados y recuperaron la normalidad. No estoy seguro de cuanto tiempo permanecimos asi, uno contra el otro. Pero para mi no fue el suficiente. Seguramente siempre sería así, nunca sería suficiente.
Finalmente logré separarme de su cuerpo. Me sentía orgulloso de mi mismo, había pasado la prueba más dura.
—No volverá a ser tan arduo— Le dije mirandola a los ojos.
— ¿Te ha resultado difícil? —
—No ha sido tan difícil como había supuesto. ¿Y a ti? —
—No, para mí no lo ha sido en absoluto. —
Su tono de voz me hizo reír.
—Sabes a qué me refiero. — Le dije y ella me sonrío de vuelta.
—Toca — Tomé su mano y la puse sobre mi mejilla que se había calentado al contacto con su piel.
— ¿Notas qué caliente está?
—No te muevas — Me susurro.
Cerré mis ojos y al instante me convertí en una estatua viviente. Eso era muy fácil para nosotros, podíamos estar quietos días, semanas. No teníamos que pestañear ni cambiar de posición; nunca sentíamos un dolor muscular ni de ningun tipo. Nuestra única y gran urgencia era el hambre o mas bien la sed.
Bella se movió impresionantemente lento, aun para una humana. No podía verla, claro, pero podía sentírla. Su fragancia se concentró muy cerca de mi rostro, un segundo despues sentí el roce de sus dedos en mi mejilla. Acarició todo el contorno de mis ojos. Sentí su mano frente a mis labios, mi respiración chocaba en ella y se devolvía quemando mi interior. Otro fuego existía en mí. Uno que crecía y se volvía aun más fuerte que calor de mi sed.
Era toda ella, la que hacía que sintiera ese fuego ahora no sólo en mi garganta, sino en cada parte de mi cuerpo. Me dejé envolver por esa nueva sensación.
Fin de FlashBack
Esos momentos fueron tan hermosos, y fueron la clave de nuestro amor, su inocencia y mi inexperiencia en el amor los hicieron totalmente unicos para los dos, estabamos tan cerca el uno del otro y sin poder decirnos nada, me sentia tan inutil y al saber que ella como siempre me habia esperado con los brazos abiertos, que me amaba y que siempre me amaria.
Abri mis ojos buscandola por todas partes, la encontre recostada igual que yo al otro lado del claro, me puse de pie y camine sigilosamente hasta ella, no queria que se diera cuenta que la obsevaba, tenia los ojos cerrados, su pecho se movia conforme a su respiracion, mis instintos humanos hicieron de nuevo acto de presencia, me arrodille frente a ella, con mi dedo comenze a recorrer el contorno de su rostro, el contacto de mi fria piel contra su calidez la hizo estremecerse tal como lo recordaba, abrio sus ojos como platos, estaban brillantes y enrojecidos, las lagrimas comenzaron a caer por sus mejillas.
Lo siento - dije mirandola pero sin apartar mi dedo de su piel –
Es como una necesidad para mi… no se como aguante tanto tiempo sin ti…
Dejame Edward - dijo ella en entre sollozos apartandose de mi - tu estas con alguien mas… yo nunca fui nada para ti…
Me puse de pie y la tome del brazo lo mas debil que pude pero aun asi fuertemente la atraje hasta mi cuerpo.
¡Nunca más digas eso Isabella Swan! - Dije firmemente - nunca digas que no te amo, porque estarias mintiendo, eres la razon de mi existencia, eres mi unico y verdadero amor.
Uni nuestros labios de nuevo en un apasionado beso, ella me correspondio y se engancho de mi cuello acariciando mi cabello, nos quedamos por un largo rato unidos el uno del otro, hasta queella no podia respirar, aun asi no queria separarse de mi, la aleje poco a poco sin hacerle daño pero sin separarla mucho de mi, la mire a los ojos, esos ojos de chocolate derretido que me hacian derretirme a mi con cada mirada.
Te amo Isabella Swan - le dije mirandola tiernamente -
¡No te creo! - Dijo ella firmemente - esto solo debe ser un espejismo mas, pronto volveras con esa otra y me dejaras de nuevo. ¿Por qué no lo haces ahora? ¿Por qué no te vas de una buena vez y dejas de jugar conmigo?
¿Qué dices Bella? - Le pregunte confundido - ¿De que hablas?
¡Olvidalo Edward! - dijo ella separandose totalmente de mí caminando al otro lado del prado - ¡que importa ya!
¡Claro que importa! - volvi a tomarla del brazo atrayendola hasta mi - ¡TU ME IMPORTAS!
Ven - dijo ella tomandome de la mano - sigamos con esta farsa por unos momentos más, quiero mostrarte algo y debes de fingir que es especial tanto como lo es para mí… Ok.
Mi mente no asimilaba lo que Bella estaba haciendo, era evidente que no creia que en verdad la amaba, pero como era posible que haya dejado de confiar en mi. Ella aparto varios hojales de los arboles que estaban caidos, y un hermoso lago aparecio frente nosotros, la luz tenue de la luna que iba saliendo se apodero de el, una enorme cascada se alzaba en lo mas alto dejando caer sus aguas en otras dos mas abajo.
¡Es hermoso! - dije sorprendido -
¡Vaya! - Dijo ella sonriendome de lado - ¡lo haces muy bien!
¿Que? - pregunte confundido –
Osea - dijo ella quitandose su camisa - ¡finges muy bien, me gusta eso!
¿Bella estàs loca lo sabes? - le dije sonriendole tambien, de verdad creia que estaba fingiendo -
Si - dijo ella carcajeandose - ya lo sabia, eso me paso cuando te fuiste. Y creo que Emmett tambien me lo repite a diario cuando le gano en los videos juegos.
¿Qué estas haciendo? - le dije mirando fijamente su cuerpo cuando ella se terminaba de quitar el jeans que llevaba, tenia la misma ropa interior de encajes que llevaba hace un rato cuando la vi asi por primera vez -
Nos bañaremos - dijo ella acercandose a mí y tomando el borde de mi sweater en sus manos - andaaaa no seaass agua fiestass…
Yo sonrei incredulo… no podia creer en lo que se habia convertido mi Bella dulce e inocente en solo un par de años, pero me gustaba verla de esta manera tambien, sumisa pero al mismo tiempo juguetona, aunque no podia tocarla porque le haria daño me deje llevar y levante los brazos, ella era demasiado chica y no alcanzaba quitarme el sweater, me deje caer de rodillas frente a ella y asi pudo quitarmelo. Ella solto una carcajada al ver lo que habia tenido que hacer para que ella misma pudiera hacerlo. Lo tiro a un lado y se arrodillo frente a mí.
Bella yo… - dije tratando de sacar la conversacion de nuevo para que me creyera que la amaba -
Shhh - me puso un dedo en mis labios interrumpiendome - no digas nada, solo dejame sentir…
Me beso los labios calidamente, yo le correspondi el beso, nos acercamos mas y mas el uno al otro, debore su cuello tiernamente, al contrario con nuestros encuentros pasados esta vez me sentía mas humano que nunca, aunque aun estaba alerta por no dejarme llevar demasiado y hacerle daño.
No me lastimaras - dijo ella en mi odio mientras mordia mi oreja - lo se, confio en ti… dejate llevar-… no me lastimaras…
Siguio mordiendo mi oreja, pasando su lengua por mi cuello hasta bajar a mi pecho, cada cosa que hacia me mantenia alerta, pero al mismo tiempo me hacia estremecer, como dije antes este dia me sentia mas humano que nunca… y Bella sin duda alguna tenia la chispa que me hacia explotar los mas oscuros, humanos y masculinos sentidos que habia guardado en mi hace tantos años.
Ella puso sus manos en mis hombros lanzandome hacia atrás, se puso encima de mí, apoyando su cuerpo en mis caderas, desabotono mis pantalones, y los comenzo a bajar pausadamente mientras miraba cada parte de mi cuerpo que ahora quedaba semidesnudo frente ella, habiendo quitado los pantalones los lanzo a un lado como habia hecho con el Sweater, volvio a colocarse en la pocision que tenia antes encima de mis caderas, se abalanzo sobre mi, yo entendi que era lo que pretendia, y toque su espalda cuidadosamente, tomando el broche del sujetador, ella solto un gemido, yo le sonrei torcidamente para demostrarle que estaba encantado con lo que estaba haciendo, logre quitarlo, sus senos quedaron al descubierto para mi, eran tan hermoso y lozanos, comenze acariandolos cuidadosamente no queria volver a estropear el momento o hacerle daño.
Ella me sonrio complacida cuando pase mi gelida lengua por sus pesones que ya estaban erectos, los bese y acaricie cuidadosamente disfrutando de su sabor, mi mente y mi cuerpo tenian una batalla campal, mi cuerpo queria dejarse llevar ante aquella nuevas sensaciones mientras que mi mente le repetia una y otra vez que no podia que le haria daño. Bella se levanto de mi, me extendio la mano y camine hasta ella, se paro en el borde del lago y quito sus panties, yo la miraba fijamente maravillado, ella me sonrio levemente mirando mis boxers.
¿No piensas qiuitartelos? - dijo ella enarcando perfectamente una de sus cejas - no sere la unica desnuda aquí.
Me arrodillo frente a mí, yo aun estaba petrificado al verla de ese modo no pude moverme ni un milimetro, tomo mis boxers por el borde y los bajo completamente, volvio a subir mirandome a los ojos, se puso de puntillas y me beso tiernamente en los labios.
Sigues haciendolo bien - dijo ella mientras me llevaba de la mano adentrandonos en las calidas aguas del lago -
Yo sorei torcidamente.
Me encanta esa sonrisa - dijo ella volviendo a besarme -
Yo te amo a ti - le dije respondiendo el beso -
Yo tambien te amo Edward Cullen - dijo ella subiendo sus piernas enroscandolas en mi cintura -
Nos besamos no se porque cuanto tiempo, nos separamos un poco cuando Bella se quedo sin aire, pero no la deje escapar, segui besando su cuello, sus gemidos se hacian mas pronunciados conforme bajaba hasta sus pechos, ella se sentia relajada y plena, dejo que hiciera con ella lo que yo quisiera, que besara cada parte que aun no habia tocado.
Te amo tanto Bella - dije con mis labios pegados a la piel de sus hombros –
Sentia mi virilidad explotar, de pronto senti sus manos tocar mi miembro, lo guiaba a algun lado, y entonces senti cuando entre dentro de ella, fue la mejor sensacion que jamas pude haber tenido, no se comparaba con nada, ni siquiera con la vez que probe la sangre caliente y deliciosa de ella misma, esto era algo que revasaba los limites de mi placer, comenze a moverme lentamente dentro de ella sin dejar de besarla ella gemia una y otra vez haciendome ver que le encantaba lo que estabamos haciendo, yo la amaba mas que a nada, y esto era lo que demostraba que ella aun me amaba, que ella era mia, solamente mia, de pronto me senti el ser poderoso del mundo al tenerla en mis brazos, nada nos dañaria nunca mas, si ella seguia en insistir que no la amaba, la volveria a conquistar como me habia recomendado el chucho, y ella seguiria a mi lado. Arqueo su cuerpo hacia atrás, ella lo estaba disfrutando tanto como yo, no sabia si habia sido el agua o que de verdad estaba aprendiendo a controlarme el hecho de que habia logrado no hacerle daño hasta ahora, miles de recuerdos llegaron a mi mente en este momento cumbre, los dos en el agua haciendo el amor, uniendonos uno, fundiendonos en estas nuevas sensaciones.
¡Edward! - Gimio fuertemente diciendo mi nombre - ¡Ho Dios! ¡Edward!
Te estoy haciendo daño - le pregunte -
¡NO! - Gimio más fuerte - ¡No pares!
Su cuerpo temblaba con el mio, por un momento me deje llevar, y termine dentro de ella, en sus labios habia una sonrisa de complasencia, me miraba fijamente con los ojos empañados en lagrimas.
¿Te hice daño cierto? - pregunte enojandome conmigo mismo, no podia hacerle daño, me aparte un poco de ella para salir del lago -
¡NO! - Dijo ella tomandome del brazo, haciendome girar y quedar frente a ella - no me has hecho daño.
¿Entonces porque lloras? - Dije tomandola de nuevo entre mis brazos -
Es que no se que significo para ti - dijo escondiendo su rostro en mi pecho - pero para mi, fue lo mas hermoso que pudo pasarme jamas.
Te amo Isabella Swan - dije tomandola por la barbilla para que me mirara a los ojos - No se porque no me crees, pero juro que lograre que vuelvas a confiar en mi, lo juro.
Te amo Edward Cullen - dijo ella mirandome fijamente con sus ojos cristalinos de las lágrimas - siempre seras el unico y verdadero amor de mi vida.
Me beso tiernamente en los labios y salio del agua sin decir palabra alguna, tomo su ropa colocandosela mientras iba caminando de regreso a la casa, yo la segui estando vestido en dos segundos.
¡Bella! - Le grite esperando que se detuviera - ¡espera Bella!
Lo siento Edward - fue lo unico que le oi decir -
Pero Bella… - volvi a decirle -
¡Edward! - escuche la voz de Alice que me llamaba desde la cocina -
Me dirigi hasta donde provenia la voz, al llegar en la cocina estaban Rosalie, Paulette, mi madre y Alice alistando todo para la dichosa cena de despedida que habria esta noche.
¿Qué quieres? - dije mirandola ferozmente -
Ya se que estas enojado - dijo ella mirandome dulcemente, las otras tres mujeres voltearon a mirarme - pero debes estar listo, los invitados no tardan en llegar y mi padrino de Bodas no puede estar asi vestido.
¿Ummm? - le dije mirandola ahora con rabia -
Ve a vestirte Edward - dijo ella ahora enojada - o haras que moleste de verdad.
Madre - dije mirando a Esme - ¿Dónde has colocado mi maleta?
En tu antigua habitación hijo - dijo ella mirándome tiernamente mientras adornaba unos canapés - Allí ya acomode toda tu ropa en el armario.

Muy bien - les dije a las cuatro saliendo de alli a la sala - nos vemos luego.
Subí rápidamente las escaleras, antes de ir a mi habitación llegue primero a la de Bella, estaba cerrada con llave y no se escuchaba nada dentro de ella, solo una respiracion acompasada, supuse que estaba alli dormida o algo, asi que no quise forzar mas la situacion, pero el recuerdo de lo que habia sucedido hace tan solo unos instantes me hacia estremecer y querer estar con ella a cada instante. Me dirigi resignado a mi habitacion, me coloque un trajo negro y camisa blanca, baje las escaleras esperando verla por algun lado pero no tuve éxito, em algun momento de esta cena tendria que verla de nuevo y no la dejaria escapar. Entonces un destello en las escaleras acaparo mi atencion.
¡Bella! - dijo una voz masculina que no reconocía - ¡Estas hermosa!

Muchas Gracias Jhon - contesto ella con entusiasmo tomando la mano que el le habia extendido para ayudarla a bajar las escaleras –

Su vestido era de un vino como la sangre, la tela contra su piel palida y blancusca la hacia lucir aun mas hermosa, sus cabellos chocolates que estaban mas largos que nunca caian hasta el terminar de su cintura en ondas, con una media cola, sus ojos bajo una sombra negra y unas pestañas hermosas hacian verlos mas brillantes y unicos, su pequeña nariz perfilada y sus labios, sus carnosos y hermosos que tanto amo llevaban el mismo color del vestido, todo en eso en su cuerpo la hacian lucir mas hermosa y apetecible para.

¡Dios cuanto amo a esta mujer! (V)

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

6 comentarios:

  1. jennifer cullen4/17/2011

    siiii!!! k geniaal fanficc!!! por fiin edward kedara con bella ia era horaa....
    sigue asii

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  2. al fin lo actualizaron aajajjajajaj......me encanto el capitulo al fin staran juntos eeeeeeee!!!!!!!!!!!!!!!.......ojala actualices pronto porq kiero saber q pasa porfa jajaj xauuuuu

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  3. Anónimo4/19/2011

    Wowwww!!!!!!!!! me encanta espero k actualicen muy pronto......... :P....... Kiero saber k pasara?...... bye

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  4. Me encanta y que mal que le haya mentido espero se arreglen pronto....Besos..

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  5. yapo,yapo,yapo, actualiza porfa e sperado mmuxooooooo tiempo kiero saber q pasa porfa actualizaaaaa me encanta tu historia xauuuuu

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  6. Y? Para cuando la actualización????

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