El jefe y la recepcionista Cap 7

Por Sarah Catheryn   Publicado a las  11:34 p. m.   0 comentarios

Cap 7: “Tercera Edad”



Bella POV
-¿No crees que alguien se molestará si cenamos juntos?
-No que yo sepa.
-¿Y las mujeres de las violetas?
-¿Las que?- dijo Edward consternado.
Eché mi cabello y lo miré con fureza.
-No te hagas el tonto, sabes perfectamente a quien me refiero. Todos los viernes llega un ramo de violetas y son para una mujer ¿no?-
-Bueno, si- reconoció él, admirando su espíritu-. tienes toda la razón. Las violetas son para una mujer.
-¿Y ella sabe que estas tomando lecciones de cocina conmigo?-


-No. No tiene idea- respondió él con naturalidad.
-¿Piensas informarle que me has invitado a cenar?
-Debo reconocer que no se me había pasado por la cabeza, pero no veo por qué no.
Empecé a albergar ciertas dudas sobre su reacción.
-De nuevamente gracias por lo del pastel- dijo él, pensativo-. Sí, tienes razón, creo que debería aclarar esto con la mujer de las violetas, como tú la llamas.
Abrí los ojos de par en par.
-¿Por que no me acompañas a conocerla, Bella?
Abrí la boca, sin saber responder. Ahora si estaba hecho, la mujer actual y la amante, genial.
-Así podemos matar dos pájaros de un tiro. Tu te aseguras de que nadie interpretará nuestra cena como una cita, y ella estará encantada de conocerte. ¿por que no me acompañas mañana cuando vaya a dejarle las violetas? Será después de haber tenido nuestra segunda lección claro. Y luego te llevaré a cenar.
Consternada y completamente fuera de razón, sin aliento dije:
-Eso parece razonable.
Al día siguiente, había estado de nuevo en mi mundo del aire, pensando en como había cambiado nuestra relación las lecciones de cocina entre Edward y yo. Para empezar , estaba completamente y perdidamente enamorado de él, y lo empeoré todo acercándome a él. Y luego está Edward, complicando aún más las cosas invitándome a cenar. Para empezar, todas las mujeres sabían que salir con el jefe era receta segura para tener problemas.
Edward pasó a recogerme a las cinco y media, estaba hecha un manojo de nervios. Obviamente teníamos que ir antes al salón de la cocina para practicar antes de que se nos hiciera tarde para ir a ver a la “mujer del ramo de violetas”. Al subir al elegante carro, sentí la fragancia del ramo de violetas y volteé para mirarlas, estaban hermosas, estaban tal y como las había visto hoy en la mañana en el trabajo. Edward condujo hacia las afueras de la ciudad, estaba todo tan relajado, a pesar de que era viernes. Aparcó el auto en el estacionamiento tal y como lo había hecho ayer.
-Bueno Bella ¿Que haremos hoy?- preguntó Edward
-Bueno, haremos algo un poquito más difícil, croquetas de atún.
-Suena bien, no sabía de su existencia-
-Creo que votan por el presidente del estado y tu ni enterado.
Edward me dedicó una mirada furibunda.
-Bueno, empecemos. Primero lo que hay que hacer, es cocer cuatro papas.
-Eso si lo se hacer, venga.
-Busca un traste donde podamos cocer las papas.
-De acuerdo.
Edward buscó un traste en la alacena , colocó el traste con agua en la estufa y colocó las cuatro papas. Buscaba los cerillos.
-Te va a picar Edward. Están en el estante de la izquierda.
-Si, disculpa.
-Ahora esperaremos a que se cosan las papas.
-Bien. Quiero que me des los platillos y postres que haremos, no quiero ser tan inútil cuando vengas.
Me sentí un poco mal por ello.
-No te preocupes Edward, si yo estoy aquí para enseñarte.
-Lo sé, pero es un poco vergonzoso.
-Mira no te sientas mal, sólo piensa que los hombres no están hechos para esto.
-Bien.
25 minutos después, salieron las papás.
-Que bien, huelen delicioso.
-Si. Pasame por favor un trapo para retirar el traste de la estufa.
-Entendido.
-Ahora lo que haremos es pelarlas y las tamularemos en otro molde.
-!Auh! – chilló Edward al agarrar la papa caliente con la mano.
-¿Edward pero que estabas haciendo? ¡Debemos esperar a que las papas se enfríen!
-jajajajajajajajaja
-¿Edward que te pasa?
-Ayy Bella, no se si reír, llorar o gritar. Te he dicho mil veces que no soy bueno en esto, soy patético. No se como pueden lidiar esto las mujeres.
Me uní a sus risas.
-¿y ahora a ti que te pasa?
-Nada, es sólo que, me das gracia. Eres tan… tan… otra persona cuando te ríes que es agradable tu compañía.
-Osea que te no te gradaba antes
-¡Al principio! pero ahora no…
-¿ Así? ¿como te parezco ahora?- dijo haciéndome cosquillas.
-jajajajajaja, Edward, no… jajajaja, para , jajajajajaja Edward, jajaja
-Dime, dime.
-jajajaja ya ya ya! te lo diré, te lo diré.- Edward paró de hacerme cosquillas- Pareces alguien totalmente diferente, ahora eres muy agradable.
-Que bueno.- Al principio me lo dijo con una sonrisa, pero luego se puso serio.- Debemos continuar.
-Claro.- dije un poco sacada. Yo acababa de decirle a Edward que era agradable, genial. Bien Bella, ahora ve a pensar que te gusta.- Ahora pelaremos las papas con mucho cuidado ahora que ya se enfriaron un poco, con un pelador.
-Correcto :D
-¿Y ahora ese cambio repentino?
-No sé, se me da, además, me di cuenta de que puedo lograrlo con tu ayuda.
-Ah- (¬¬ ) – pelaremos de arriba hacia abajo, con mucho cuidado Edward.
-Ya no te preocupes Bella, lo haré bien.
Terminamos de pelar las papas, no habían pasado ni media hora cocinando y Edward ya estaba cansado.
-Edward, no te pongas así, no llevamos mucho tiempo cocinando.
-Lo sé, pero es un poco laborioso.
-Jum y nos falta un montón.- Edward me miró con cara de frustración.- Ahora tamularemos la papa, así.
-Ummm… ok. La papa esta muy blanda Bella, lo hice bien.
-Te dije que no eras un inútil :D
- (¬¬) Que insulto, Bella. ¿No merezco un poco de felicitación?
-Claro, como premió, se comerá tres croquetas.
-Lo haré, una cosa…
-¿Que?
-Que quede entendido que no soy perro.
-Jajaja, Entendido.
Tamulamos las papas y por consiguiente vaciamos el atún, la cebolla y cilantro y mezclamos. Edward se encargó de hacer las formas de la mezcla de las papas, y yo me encargué de poner en platos hondos, huevo, pan molido y harina. Edward obviamente se negó a hacer cualquier cosa que tuviera que ver con el huevo, ya que no olvidaba su “experiencia” de ayer con él, Infantil. Era increíble como me la pasaba con Edward, el tiempo volaba inmensamente, siempre me pasaba los mismo, entre más tiempo quería pasar con Edward, las horas se iban como el viento. Era fantástico al ver que unas lecciones de cocina habían cambiado el ambiente en un instante, me sentí orgullosa de mi misma por haber tomado la decisión correcta, de o haberme negado a pasar tiempo con Edward.
-Edward pasaras las croquetas por el pan moldo y luego por la harina. Yo pasaré las croquetas primero por el huevo y de ahí te las daré, ¿vale?
-Vale.
Edward tuvo un poco de complicación con la harina, tanto, que la croqueta se le resbalo de las manos y cayo a la harina y le salpico la cara. Me carcajeé , a veces Edward me causaba risa, en la cocina se veía tan ingenuo… Concluimos con la receta al freir las croquetas. Edward se comió tres, mientras yo tan sólo una.
-Me salieron deliciosas.
-Tengo que aceptar que ya estas tomando practica en la cocina con esto. Mereces un 10 :D
-Lo sé – dijo con un tono un poco engreído.- Ahora iremos a visitar a “La mujer de las violetas” y después te llevaré a cenar ¿De acuerdo?
-De acuerdo.
Una parte de mi, me decía que no fuera con él para no herirme, pero por otra parte deseaba ir, para conocer a la misteriosa mujer y decirle a mi corazón que ya le pertenecía otra. Se que eso sonaba cursi, pero era la realidad.
Edward condujo hacia las afueras de la ciudad y se detuvo en unas puertas dobles de hierro forjado. Un hombre con uniforme y gorra reconoció a Edward, lo saludó y abrió las puertas para darle acceso al recinto.
-¿Que es esto?- pregunté mientras el coche se adentraba por una extensa pradera salpicada de arboles -. Parecen los jardines de una mansión.
-Es Pttzn House- se limitó a responder.
El coche continuo avanzando hasta llegar a un amplio patio con una hermosa fuente redonda en medio. Llegué a ver un letrero de fondo negro con letras doradas que decía: “Pttzn House, Residencia de tercera edad” Me volví para ver a Edward.
-No lo entiendo.
Edward detuvo el coche en uno de los espacios libres del aparcamento y me miró con una sonrisa.
-Aquí es donde traigo las violetas.- Rodeó el coche y me abrió la puerta.- Vamos.
Me bajé del coche, estaba impaciente y a la vez dudosa.
-No pienso ir a ningún sitio hasta que no sepa aquién voy a conocer. Quiero saber por qué estamos en una residencia de tercera edad, y por que tienes esa estúpida sonrisa en la cara.
-¡Bravo!- exclamó una voz a su espalda.
Giré en redondo, no podía creer lo que veía.

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
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