Cap 3. y Cap 4

Por Diana Méndez   Publicado a las  5:28 p. m.   3 comentarios

Capitulo 3 : Encuentros

Bella POV

Me despertó sentir como mi hija se movía entre mis brazos. Cuando abrí mis ojos, vi brillar sus hermosos ojos azules y su sonrisa radiante.

-¿Qué tramas?- le pregunte inmediatamente.


-¿Puedo vestir a Sheep de Santa esta noche?-


-¿De Santa?-asintió- Vale- sonreí, y comencé a hacerle cosquillas.


-¡No!- rio- mami porfis, cosquillas no- suplicó mientras reía sonoramente e intentaba huir de mis brazos-¡Maaaa!- pare de hacerle cosquillas y comencé a reír. Cuando volvió a respirar normalmente, me miro y me sonrió- ¿Vamos a comprar los regalos para el hermano de Alice?


-¿Ahora?- me escondí debajo de las sabanas. Aun era muy temprano, pero Ellie quería ir ya, y no me dejaría hacer pereza.-Quiero dormir, cariño- dije soñolienta.


-¡Pero dormiste calentita toda la noche! ¡Es hora de levantarse mami!- me quito las sabanas de encima y me beso la mejilla.- Ve a bañarte, yo le pondré algo a Sheep.-me empujó hasta el baño y cerró la puerta. No me quedaba de otra. Me bañe y me puse un suéter azul, jeans y unas bailarinas blancas. Recogí mi cabello rebelde un una coleta alta, y cuando salí, encontré a mi hija sentada en mi cama, lista y con Sheep en sus brazos.


-¿Vamos?- me sonrió, me paso mi cartera con el dinero, me tomó de la mano y salimos del apartamento.


En las mañanas Ellie parecía mi mama en lugar de mi hija. Yo era muy perezosa y odiaba madrugar y esas cosas, todo lo contrario a ella.


Subimos al auto y fuimos hasta un centro comercial. A Alice le compramos un vestido de Dolce & Gabanna junto con una muñeca Barbie y a Jasper, un libro sobre la segunda guerra mundial, fácil. Lo difícil fue cuando tuvimos que comprar el regalo al hermano de Alice. Buscamos en todas las tiendas, pero no sabíamos que regalarle, hasta que Ellie recordó que Alice dijo que a él le gustaba la música clásica. Fuimos directo a la tienda de CD’s y le compré un recopilatorio de Debussy, tal vez le gustaría. Pasamos toda la mañana en el centro comercial y almorzamos allí. Luego llevé a Ellie a la casa de su mejor amiga, Hope (1), una niña morena de cabello y ojos de color negro. A la cual Ellie decidió comprarle un oso de peluche y una muñeca. Ambas eran inseparables y jugaban al té en el cuarto de Ellie. Desafortunadamente, Hope no tenía muchas comodidades ni lujos como los tenia Ellie. Su madre, Luz, era mi fiel y eficiente secretaria. Trabajaba duro todos los días para llevarle algo de comer a su pequeño tesoro. Cuando llegamos a la humilde morada de Hope, ella recibió a Ellie con un gran abrazo.


-¡Feliz Navidad, Ellie! Te tengo un regalo- la pequeña corrió hasta su habitación y volvió con un papel grande. Se lo mostro a Ellie, era gran dibujo. En él, Ellie y Hope estaban en un claro lleno de flores, con un arco iris y un sol detrás de ellas. Las crayolas que utilizo eran muy coloridas, y el dibujo era hermoso. -Lo hice con las crayolas que mi mami me regalo en navidad. Quería que le pusieran un marco para que lo cuelgues en la pared, pero mi mami no tenía todo ese dinero- dijo ella mirando al piso sonrojada.


-¡Me encanta! ¡Es perfecto! ¡Gracias!- Ellie abrazo efusivamente a Hope y las dos se fueron a jugar en el cuarto de Hope.


-Gracias por darle el regalo a Hope, Dra. Swan, eso significa mucho para ella.-dijo Luz.


-No me llames Dra. Swan fuera del trabajo, y sabes que no es ninguna molestia para mi darle cosas a tu hija.


Pasamos alrededor de una hora en la casa de Hope, y después nos fuimos al apartamento para arreglarnos. A Ellie le puse un vestido rosa que iba en degrade y ate en su cabello una cinta del mismo color. Yo me puse un vestido azul rey y trate de alaciar mi cabello. Tomamos los regalos y antes de salir, Ellie tomo a Sheep en brazos y le puso un gorro de Santa.


-Estamos listos-dijo mirándome y con una sonrisa en sus labios


Tenía los nervios a flor de piel mientras conducía hacia la dirección que me había dado Alice; cuando llegamos me di cuenta que mis manos sudaban. Ayude a Ellie a bajar y luego baje los regalos del coche mientras Ellie corría hacia la puerta y la golpeaba. Me apresuré a llegar a su lado antes de que la puerta se abriera, Alice me recibió con una gran sonrisa y un fuerte abraso.


-¡Hola Bella, hola Ellie! Me alegra que vinieran, pasen- dijo Alice sonriente. Se veía hermosa con su vestido plateado.


Era un apartamento realmente grande, con tonos claros en sus paredes y un tono marrón en los muebles. Ellie quedo maravillada con el gran árbol de navidad y todos los regalos que habían en el. De la cocina salió Jasper, me abrazo y cargo a mi hija.


-¿Cómo han estado?-preguntó amablemente.


-¡Bien! Vestí a Sheep de Santa, ¿No se ve muy tierno?- Dijo mi hija mirando tiernamente al perro.


De pronto salió de una de las habitaciones un hombre alto, de cabello cobrizo y tez clara. Venía caminando lento y unas gafas de sol cubrían sus ojos. Alice se acerco a mí y me condujo hasta el hombre.


-Edward, ella es Bella- me presento. Edward extendió su mano y yo se la tome. Era tan suave


-Es un gusto conocerte- dijo él con una voz aterciopelada para luego sonreír.


-Lo mismo digo- titubee.


-¡Hola!- dijo repentinamente mi hija.


-Hola- saludo nuevamente Edward con una sonrisa en sus labios


-Soy Ellie, Bella es mi mami y este es mi perro Sheep- Ellie le paso el perro a los brazos de Edward. Le lance una mirada reprobatoria, era grosero de su parte que le pasara su perro a una persona que acababa de conocer. Edward comenzó a acariciar al perro y preguntó.


-¿Es un Cotón?


-¡Si! Mi mami me lo regalo de cumpleaños. Es muy bonito.


-Yo también tengo un perro, es un perro guía, me ayuda a pasar las calles.


Ellos se quedaron conversando un poco más y yo mientras tanto me fui a ayudar a Alice en la comida.


-Parece que se llevan bien- comente.


-Te lo dije. Edward es muy bueno con los niños. Trabaja en un instituto especial, da clases de música a niños pequeños.


-¿En serio?


-Sí. El quiere que la gente escuche la música y que la sienta, o algo así.


-Wow- estaba impresionada, él, a pesar de todo seguía adelante, y ayudaba a otras personas que estaban igual que el.


Terminamos de hacer la cena y cuando fui a poner la mesa me sorprendió lo que vi. Ellie estaba sentada en el regazo de Edward leyendo un cuento. Edward sonreía y la mecía. Esa era una imagen demasiado hermosa, Alice aprovecho y tomo una foto.


-¡A cenar!- dijo Alice


Todos nos reunimos en el comedor y Ellie venía con Edward de la mano. No podía creer como se habían relacionado tan rápido. Ellie era reservada con la gente que no conocía, pero con Edward fue todo lo contrario. Cenamos mientras conversábamos un poco. Ya casi eran las doce y Ellie estaba que se dormía, entonces Alice grito.


-¡Los regalos!- Ellie se sobresalto, parpadeo unas veces y sonrió.


-¿Ya es hora?-me pregunto.


-Ve a abrir los regalos.


Alice repartió primero los de Ellie. Ella recibió una muñeca, un libro de cuentos, un vestido y de mi parte, unas alas de mariposa junto al libro que escribí especialmente para ella y que por suerte, la editorial publico.“El vuelo de la mariposa”saldría a la venta en las próximas semanas. Ella sonrió y comenzó a repartir los regalos que habíamos comprado para Alice, Jasper y Edward. Me causo mucha gracia la mueca que puso cuando recibió la muñeca.


-¿Una Barbie?- pregunto confusa.


-Sip, es para que juegues con ella y no conmigo.- todos los presentes, hasta Ellie, estallaron en carcajadas y Alice me envió una mirada envenada.


-Muy gracioso Bella- yo solo me encogí de hombros, tratando de no darle importancia.


Sorprendentemente, yo también recibí regalos. Unos lindos pendientes de parte de Jasper, una larga sesión con todo incluido en un Spa de parte de Alice y un collar de parte de Edward. Me sonroje cuando le di el regalo que le habíamos comprado.


-¡Wow! Gracias, lo he buscado tanto…Gracias, en serio; Bella- me abrazó, en este momento mi cara debería parecer un semáforo en rojo.


-No hay de qué.


Ellie jugó un poco con la muñeca y ojeo el libro que le dio Jasper. Se puso las alas de mariposa y llevó todo el tiempo el colorido libro que yo le regale en sus manos. Después de una hora, Ellie comenzó a cabecear, y Edward la tomó en brazos y la arrulló un poco.


-Ellie- susurre. Ella estaba acurrucada en el regazo de Edward. Me sonroje ante la cercanía. Sacudí un poco a Ellie y ella comenzó a abrir sus ojitos.


-¿mami?- dijo


-Nos vamos a casa.- Se colgó en mi cuello y se acomodó en mi pecho.-Gracias por dejarnos pasar la navidad contigo Edward- dije sinceramente. Desde que mis padres habían vuelto a Forks alegando que necesitaban tranquilidad y verde otra vez, la pasábamos solas.


-No es molestia, me alegra haberlas conocido. Ellie es una niña muy especial. Espero verlas pronto- me respondió sonriente.


Salí del apartamento y Jasper me ayudo a acomodar los regalos en mi auto. Recosté a Ellie en el puesto trasero y la cubrí con una manta que siempre llevaba por si se dormía. Alice trajo a Sheep y este se acomodo al lado de Ellie. Luego me despedí y emprendí el camino de regreso a nuestro hogar.


Cuando ya le había puesto la pijama a Ellie y la acomode en su cama, ella abrió los ojos y me dijo.


-Gracias por esta navidad mami, es la mejor que he tenido. Te amo- y cerro sus ojitos de nuevo.


Estaba de acuerdo con ella, era una de las mejores navidades que había tenido.


Y Edward tenía mucho que ver con eso.


(1) Hope= Esperanza


———————————-


Capitulo 4: Sentimiento






Edward Pv


Hoy era navidad. Le había comprado un collar a Bella y una muñeca a su hija. Seguro les gustaría. Estaba en mi habitación leyendo, en calma. Pero fui interrumpido por un gritillo agudo de parte de Alice.


-¡EDWARD!-Gritó, reprendiéndome- cómo es que todo está oscuro, los adornos no están encendidos. ¡Oh Dios!, en unos minutos llegara Bella, la cena…Oh Dios ¿Qué hare?- decía desesperada.


-Tranquilízate Alice, enciende todas las luces, comienza a preparar algo simple, no creo que a ellas les moleste que no esté todo listo.- Salió de la habitación como un torbellino, y se escucho el “clic” de los interruptores al encenderse. Y luego escuche a Alice dándole ordenes a Jasper.


-¡TÚ!- me gritó- ve a cambiarte, te deje la ropa que vas a usar en la cama, ¡Ya!


Entre a mi habitación e hice lo que Alice me indicó, y cuando iba por los zapatos escuche el timbre.


Conocí a Bella, una gran mujer. Ella me llamó la atención desde que Alice menciono que era escritora. Era una mujer amable, alegre, colaboradora y tenía una hija genial. Ellie y yo congeniamos bien desde el principio. Me leyó un cuanto infantil que había traído. Para ser tan pequeña leía bastante bien, pero al ser hija de una escritora no me parecía tan extraño. Cenamos y abrimos los regalos, creo que esta noche sonreí más que ninguna otra. Bella era bastante interesante, me daban ganas de conocerla más. Y Ellie, hablaba tanto, pero no aburría. No era una niña que habla de “Yo, Gabba Gabba!” y cosas así.


Me sentí muy agradecido al recibir el CD de Debussy, no me quedaba tiempo para ir a buscarlo, Bella había acertado con mis gustos aun más rápido que mi hermana. Cuando ya habían repartido todos los regalos, nos dispersamos de nuevo.


Me quede hablando con Ellie hasta que me dijo que le había comenzado a dar sueño. La tomé en mis brazos y la comencé a mecer y a cantarle. De pronto sentí ese olor a Fresas, y supe que Bella se estaba acercando. Vio a su hija en mis brazos pero no dije nada. Su cercanía, por alguna razón, me comenzaba a poner nervioso.


-Ellie- susurró mientras sacudía un poco a Ellie.


-¿mami?- dijo la pequeña con voz perezosa.


-Nos vamos a casa.- De pronto no sentí su cuerpecito en mis brazos, entonces supe que Bella la había cargado-Gracias por dejarnos pasar la navidad contigo Edward- musito Bella con su suave voz.


-No es molestia, me alegra haberlas conocido. Ellie es una niña muy especial. Espero verlas, o bueno, estar con ustedes pronto- Sonreí. Deseaba el día de volver a oler el perfume de fresias y contagiarme de la alegría que irradiaba Ellie.


Después de ese día, Ellie y Bella venían mas a mi apartamento. Pasaron el año nuevo en con nosotros y se quedaron a dormir esa noche. Después venían muy seguido, hasta Ellie traía su pantalón de chándal para toma la siesta.


-Edward- dijo Bella un día- quiero pedirte un favor- pregunto un poco nerviosa.


-Dime


-Pues…viendo que Ellie y tu se llevan tan bien.


-Somos inseparables-bromee.


-Déjame terminar.


-Prosigue- le animé.


-Bueno, como decía, ustedes se llevan demasiado bien. El año pasado comencé un nuevo proyecto, ya sabes, otra novela, entonces tengo que pasar más tiempo en el trabajo. Me preguntaba si podrías cuidarla aquí por una hora, ¿puedes?


-pues yo…-


-Lo sé, lo siento, no debí atreverme a tanto, lo siento. T-tendré que buscar una niñera- me interrumpió.


-No me dejaste responder Bella- dije medio riendo- solo te iba a decir que me dieras la ubicación de la escuela de Ellie, ya sabes para ir a recogerla. Espero que se ajuste a mi hora de salida del instituto.


-¿Enserio lo harás?- pregunto con cierta emoción en su voz.


-Si, adoro a tu hija, enserio.- de pronto sentí como me abrazaba con fuerza, me tomo desprevenido pero le devolví el abrazo. Luego se tenso y se separo abruptamente.


-Lo siento…yo no debía…lo siento- sentí como se levantaba del sillón pero la tome de la mano.


-Deja de disculparte por todo. Actúas como si cada cosa que haces me molestara, y no es así. Ahora, relájate.


De pronto escuche como algo se estrellaba contra el piso de madera y el grito de Ellie.


-¡Mami!- sollozo. Bella se levanto rápidamente, dirigiéndose a mi habitación, donde ahora dormía Ellie de vez en cuando. Seguí a Bella un poco más lento. Aunque sabía el camino, debía ir despacio, no me quería caer. Al llegar, escuche a Ellie llorar y me acerque palpando para encontrar la cama.


-¿Qué le paso?- le pregunte a Bella.


-Se cayó- tenia la voz rota- ¿Ellie, te duele algo?


-Mi barriguita…-susurró. Creí que le dolería un pie o algo por la caída.


-Tranquila…tranquila- susurraba Bella, mas para sí misma que para Ellie.- ¿Caíste sobre tu estomago?- le preguntó, con un poco de desesperación en su voz.


-No…mami…me caí porque gire, pero no me golpee. Me duele mucho la barriguita.


-¿Quieres que llame a un doctor?- Emmett, mi mejor amigo, era pediatra.- O si quieres podemos ir al hospital.


-¡Hospital no!- gritó Ellie.


-Nena… Es para que te revisen, para saber que tienes.-


-Voy a llamar a Emmett- palpé mis bolsillos buscando el celular. Cuando lo encontré, busque el número 1, llamada rápida Emmett. Sonó tres veces hasta que contesto.


-¡Eddie! ¿Cómo te fue con la chica de la que me hablaste?- sentí mi cara arder, al parecer contarle que Bella me atraía no había sido buena idea.


-Emmett, necesito que vengas a mi apartamento, la hija de Bella se siente un poco mal. Quiero que la revises.


-¡Ellie!-grito Bella. Escuche toser a la niña como si fuera a vomitar, luego las rápidas pisadas de Bella hacia el baño.


-Emmett, ven rápido, por favor.- le supliqué, desesperado. Me sentí inútil en ese momento, solo podía ayudar llamando al médico.


Colgué al sentir que Bella se sentaba a mi lado. Guarde el celular y sentí el piecito de Ellie. Lo tome y lo frote, estaba frio.


-Estas muy pálida- sollozó Bella.


-Mami, no llores- pidió Ellie con voz débil. Busque la cara de Bella y cuando la encontré, estaba bañada en lagrimas. Las sequé con cuidado y bese su mejilla.


-Ya verás que no está grave. No te preocupes.


Mientras esperábamos a Emmett, Ellie volvió a vomitar y Bella estaba cada vez más desesperada. Agradecí que Emmett tuviera una copia de la llave de mi apartamento, así que pudo entrar directamente sin esperar a que yo le abriera la puerta.


-Hola, soy Emmett- se presentó a Bella.- ¿A quién tenemos aquí?-supuse que le decía a Ellie. –Hola pequeña, ¿Quieres decirme que te pasa?


-Me duele mucho la barriguita.- le respondió.- Mi mami dice que estoy pálida y vomite dos veces.


-Bueno, mama. Me temo que algo hizo fiesta en su estomago. Sin embargo déjame revisarla. Edward, consiente a Bella en ese mueble de allá.- Vale….un momento, ¿A qué se refería con consentirla?


Me lleve a Bella al sofá que había frente a mi cama, y escuché como hipaba.


-Hey… ¿Por qué lloras?-pregunte mientas limpiaba las lagrimas que encontraban mis dedos.


-Nu-nunca he t-tenido que ir a un ho-hospital c-con ella. Tengo miedo q-que le pase algo.- titubeó. La abrace y sentí como se aferraba a mí.


-Tranquila, ella va a estar bien. No te preocupes.- se estaba calmando poco a poco mientras acariciaba su suave cabello.


No tenía ni idea de cómo era Bella, solo sabía que su piel era extremadamente suave, desprendía olor a fresas y acababa de comprobar cuan sedoso era su cabello. Me sentía bien cerca de ella, me sentía completo y feliz. Podía hablar todo el tiempo con ella y nunca me aburriría. Desearía tenerla en mis brazos, como ahora, toda la vida y nunca me aburriría. Sentía algo extraño, algo que nunca había experimentado. Pero me gustaba.


Estuvimos abrazados mientras Emmett terminaba de revisar a Ellie. Bella ya había dejado de llorar y estaba más calmada pero todavía estaba recargando su cabeza en mi pecho. Al rato sentí las grandes pisadas de Emmett acerándose a nosotros.


-Bueno Bella. Parece que Ellie se intoxico con alguna comida. Gracias a Dios no es nada grave. Tienes que darle este medicamento dos veces al día hasta que se sienta mejor. Procura no darle grasas, ni mucho dulce. Ellie me ha prometido comer muchas frutas y verduras. Se sentirá mejor.- dio su diagnostico. Se podía ver un Emmett maduro cuando estaba en el trabajo, fuera del, no.


Emmett comió algo de mi nevera y luego se fue con la excusa de siempre, “Cita con Rose”.


Bella y yo nos quedamos en silencio mientras estábamos recostados en la cama haciéndole compañía a Ellie. Teníamos nuestras manos entrelazadas y se sentía tan bien. Todo estaba en silencio y Ellie se empezó a mover.


-Mami…Edward- susurro.


-¿Estas bien? ¿Te duele Algo?- pregunto Bella


-Me duele un poquito el estomago. Quiero irme a casa.


Bella se incorporó, recogió sus cosas y las de Ellie mientras yo alzaba a Ellie en mis brazos, meciéndola. Me gustaba hacer eso, y Ellie me decía que eso la tranquilizaba. Me despedí de ella y me dijo “Te quiero” por primera vez. Bella llevó a su hija al auto y luego volvió por sus cosas. Antes de irse, me abrazo demasiado fuerte, como si no quisiera irse.


-Gracias por todo, Edward.- me beso la mejilla, dejando un cosquilleo allí y se fue.


Hoy crecieron mis dudas, no tenía ni idea como actuar con Bella cerca, era un nuevo sentimiento que no puedo entender.


Pero me gustaba ese sentimiento.

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

3 comentarios:

  1. AAAAAAH! que paso con el 5 y el 6?? no em pueden dejar asi :S me gusto la historiaaaaa siguelaaaa T____T

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  2. palitatj11/09/2011

    muy buena historia xoxoxoxoxo

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  3. Anónimo3/24/2012

    Una muy buena historia, no es muy comun! :D

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